¿El gran escollo de Pedro Sánchez para pactar con Podemos o no hacerlo con el PP es el comité federal del PSOE o el IBEX 35?
Si algo ha caracterizado al PP es ir a remolque de los intereses de los poderes económicos. Esta campaña ha estado marcada por la gran infiltración de los poderes económicos en todo, por cómo han puesto los medios que controlan al servicio de sus intereses. Nunca se había visto tan descarado. De lo que se trata ahora es de no poner más obstáculos. El comité federal no ha de ser una barrera, porque los socialistas no perdonarían que no hubiera un gobierno del PSOE.
¿Tiene usted constancia de que hay presiones?
No me tiene que constar. Es de pura lógica. Un gobierno socialista recorta las ambiciones de esos poderes fácticos. Yo he llevado medio ambiente y lo he visto con claridad. Ha sido una constante. En una ley de costas como la que hizo el Gobierno del PP, en muchos proyectos de ley medioambiental...No hay una mano negra, hay un conflicto de intereses, unos públicos y otros estrictamente privados.
La apuesta de Pablo Iglesias de formar Gobierno con el PSOE, ¿es un regalo envenenado que traslada la responsabilidad y la presión a Sánchez o es una gran noticia?
Es obvio que Pedro Sánchez prefiere agotar los tiempos y cuidar las formas. Es verdad que nos han lanzado un órdago raro en la medida en que, además, anticipa la composición del Gobierno, pero lo fundamental es que se ve que hay una posibilidad de gobierno y eso tiene mucho valor para quienes decían que no podíamos...
Al menos, al contrario que Mònica Oltra con Puig, Pablo Iglesias no ha pedido ser presidente.
No, ha ido directo a la vicepresidencia. Tampoco Podemos está pidiendo nada al PSOE que no se haya negociado aquí con nuestros socios de gobierno y se les haya dado. Aquí y en otros muchos lados, porque el diálogo y el pacto no puede afrontarse como un problema sino como una oportunidad. Además, han apostado por tener una presencia en el gobierno proporcional a lo que aportan.
Se significó como referente crítico con Ximo Puig al pedir para Sánchez el mismo apoyo del partido que tuvo Puig para negociar. ¿Le preocupa que no haya ni una crítica al Consell desde el PSPV o que haya tantas a Sánchez?
Lo justo sería un nivel crítico respecto a la gestión para aportar y no para descalificar. Sólo pido coherencia, comportarnos como queremos que se comporten con nosotros. Lo único que he planteado es que hay que intentar un gobierno de progreso en España. Hay muchas posibilidades y un político nunca ha de hacer perder la esperanza a nadie, lo que alimenta a la gente es la esperanza, que en este caso no es la esperanza en una quimera. Cada día que transcurre es más factible y todo el partido debería volcarse en esta empresa.
Debe de ser el único socialista valenciano que no está enamorado ni admira a Susana Díaz.
Yo la admiro, pero enamorado tampoco lo estoy de Pedro. Estar apoyándolo no debería indisponerme con nadie. He oído que hay malestar con Pedro Sánchez porque no comparte decisiones con las federaciones. Y digo yo, ¿las federaciones comparten con las organizaciones provinciales, las locales...?
El primero que desde el PSPV apoyó a Sánchez fue usted, lo mismo que sucedió con Zapatero. Éste no le dio ningún cargo en el Gobierno. ¿Sánchez se lo dará?
Ni lo contemplo ni lo hago por Pedro Sánchez, sino para que haya un presidente socialista. Estoy bien en el grupo parlamentario, noto que mi posición se va haciendo más sólida en la dirección del grupo. En mi trayectoria he ido poco a poco, sin grandes aspiraciones. Empecé de militante de base, entré en la ejecutiva de mi agrupación, fui secretario de agrupación, de la ciudad, provincial...voy peldaño a peldaño. Estuve muchos años de asesor. Cuando me dicen que llevo muchos años en política, digo que a los 39 años fui cargo electo.
¿Es usted de la vieja política o de la política del pleistoceno?
Las personas se reinventan si quieren salir adelante. En política, sobrevives si consigues sintonizar con las exigencias del momento. Cuando dicen, «es que lleva mucho tiempo en política», yo digo que es verdad, que algunos llevamos mucho tiempo, pero no hay tantos y habrá que preguntarse cómo consigues estar tantos años. Insisto, si no sintonizas con los tiempos, las demandas y los anhelos de la mayoría es imposible seguir.
Si todos los socialistas valencianos fueran abandonados en un desierto, ¿el último superviviente sería usted? De verdad, ¿cómo se consigue sobrevivir?
Darwin ya lo dijo. Sobrevive el que más capacidad de adaptación tiene y esto tiene que ver con lo nuevo y lo viejo. ¿Y cómo te adaptas? Pues sabiendo leer las exigencias, los momentos, los tiempos, las inquietudes de la gente..
Ha estado negociando estos días en el Congreso, ¿cómo es la nueva política?
Pues mire, he sentido que retrocedía a los setenta y volvía a la asamblea de la universidad. He visto cosas que me recuerdan a esas asambleas de la Transición y fórmulas que me retrotraen a lo que he vivido en América Latina. Expresiones, algunas liturgias... El otro día revestían la juramentación de un halo de solemnidad, muy propio de la cultura latinoamericana, y de desafío al resto. Y uno no tiene por qué ir desafiando al mundo, ni pensar que el resto de la humanidad está para ser exterminada. Hace tiempo que renuncié a la vanguardia del proletariado, a estar en un grupo de iluminados que no es que interpreten a la gente sino que le imponen lo que ven como gran proyecto. Esa presunción de bondad y virtud de los propios proyectos y esa presunción de maldad en proyectos y vidas de los demás me parece de un maniqueísmo y un salvavidas que no se lleva. Eso es tremendamente viejo y tiene que ver con el sectarismo.
¿Cree que Podemos es una izquierda sectaria?
De momento han de sentirse de izquierdas porque algunos creen que lo nuevo pasa por superar el concepto de derecha e izquierda. Y pienso que hay que representar intereses y no abstracciones. Las palabras pueblo o gente son abstracciones. Lo importante es saber qué intereses defiendes. El PSOE ha de defender a los trabajadores, a la gente en situación vulnerable...
¿Ve más talla política a Zapatero o a Sánchez? ¿Son perfiles asimilables?
Para nada. Conozco más a Pedro, es mucho más accesible. Lo importante es saber en cada momento qué requieren los tiempos que vivimos. Pedro es un hombre de este tiempo. Aunque hay que ver si se tiene percha, la talla política la da la experiencia y el traje de presidente. La talla y el carisma los da el poder.
¿Podemos triunfará como refundación del PSOE?
No creo que quiera ser el PSOE. Quiere ocupar el espacio político y electoral del PSOE, que tiene otra tradición y cultura política. Tratan de alcanzar la hegemonía, hablan de Gramsci.
¿Qué ha de hacer el PSOE para que no le coma el espacio?
Dos cosas. Dejar muy claro su perfil político de socialdemocracia y resintonizar mucho más con la sociedad. Pasa por estar con la sociedad y valorar a los que trabajan en ella. Y que los demás demuestren qué son capaces de hacer en las instituciones. Buena parte del desgaste y el descrédito viene de gobernar, esa es la prueba del algodón. Todas estas formaciones empiezan a estar en las instituciones, vamos a ver cómo se comportan.
¿Puede evitar el PSPV que Compromís le robe la cartera y la presidencia de la Generalitat en 2019?
Es evitable. Creo mucho en la gente. Hay que dejarla participar más y tener un discurso propio.
¿Ximo Puig debería dejar el puesto de secretario general a alguien que se dedicara en exclusiva a reanimar y dinamizar el partido?
Dependerá de cómo lo vea él. Sí creo que el partido es un objetivo fundamental. Necesita reforzarse mucho, en discurso, en personalidad, en las organizaciones locales, crear sentimiento de pertenencia y un discurso propio. Cuando se gobernaba con mayoría absoluta se podía sacrificar al partido. En esas situaciones el partido quedaba sometido a la acción de gobierno, pero esta circunstancia no se da ahora. Junto a la acción de gobierno hay que desarrollar ya una política para fortalecer al PSPV.
Si usted fuera presidente, ¿cedería las riendas del PSPV?
No estoy en esta situación.
Kapuscinski decía que para ser buen periodista hay que ser buena persona. ¿Para triunfar como político hay que ser un cabrón?
No. Lo que no hay que ser es ingenuo, pero cabrón no. A la gente que es mala se le ve. De un político se tiene que percibir sintonía con la gente, que se ha de sentir identificada, ver que reúne valores e inquietudes. No creo en los fans de Maquiavelo que hay por ahí sueltos.
¿Entiende que la dirección del PSPV esté molesta porque no se consultó la cesión del senador de Castelló a ERC?
En la cámara de representación territorial, ¿cómo vas a negar esa posibilidad? Si un sector plantea irse de España, no lo puedes tirar de España. Si estamos por dar una visión federal habrá que incorporar a los territorios. Creo que al PSPV le parece bien. No tengo por qué coincidir con ERC pero si se cree en la pluralidad y la democracia y se quiere a Cataluña en España, han de tener voz.
El PSPV en la ciudad de Valencia ha pasado de enfermo a grave, de grave a muerto y de muerto a desaparecido. ¿Qué parte de culpa tiene Calabuig?
La situación del partido en la ciudad es muy complicada. Lo dicen los indicadores, el más importante el electoral. No hay por qué cargar las tintas, me es irrelevante la culpa de Joan, ya ha dicho que no va a seguir... Nunca pido la dimisión de nadie y a estas alturas da igual, me gusta mirar hacia adelante. Oigo a veces que lo importante son los equipos, el proyecto, pero el liderazgo es básico. Puedes tener mejor proyecto pero si nadie es capaz de venderlo con liderazgo da igual. Sin liderazgo no se construyen equipos. En tiempos donde todo está en cuestión los liderazgos son claves. ¿Contempla alguien Podemos sin Pablo Iglesias o Ciudadanos sin Albert Rivera? En otros proyectos más consolidados es diferente. En la ciudad hace falta un liderazgo.
¿El que lo puede ejercer ha nacido ya, está en primaria, en el instituto...?
Lo ejercerá el que quiera ejercerlo. Conozco a varios que podrían hacerlo.
¿Alguno se llama Sandra Gómez, José Muñoz, Anaïs Menguzzato...?
Podrían si empiezan a ejercer por sí mismos, no por encargo. Tiene que salir de uno, tiene que luchar, pelear, contagiar el entusiasmo, empezando por las filas propias. Yo soy de esta ciudad y no se ha permitido que se ejerciera ningún liderazgo propio en la organización.
¿Quiere decir desde Blanquerías?.
Sí. A veces con gente de la ciudad y otras con gente que no entendía nada y ha sido peor.
