El senador valenciano Pedro Agramunt se convertirá mañana en el nuevo presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (CE). Sin candidatos alternativos „a las 11.30 de ayer se cerró el plazo para presentar nuevos nombres sin noticias de otros postulantes„, su designación como máxima autoridad del órgano más antiguo del Viejo Continente será un mero trámite. Al carecer de contrincantes, Agramunt será nombrado por aclamación. De hecho, en su perfil oficial en la página web del CE ya aparece como presidente del mismo días antes de acceder a su nuevo cargo. Agramunt consiguió en las pasadas Generales los votos necesarios para ser senador, siendo cabeza de lista por Valencia. Sin este resultado no podría optar ahora a la presidencia del CE. «Sería un broche de oro a mi carrera», admitió en una entrevista publicada el pasado 18 de octubre por Levante-EMV.

Todo comenzó en el año 2000

Su camino a la presidencia empezó en el año 2000, cuando entró a formar parte del CE. Aunque su nombre comenzó a sonar con verdadera fuerza en los corrillos del organismo ubicado en Estrasburgo trece años después „en junio de 2013„ al convertirse en presidente del grupo del Partido Popular Europeo (PPE).

Tras cuatro años como vicepresidente, Agramunt sucedió al italiano Luca Volonté tras imponerse al candidato finlandés Kimmo Sasi en una elección directa y secreta realizada por los parlamentarios populares. La elección fue muy reñida: 56 votos a favor contra 46 apoyos de su rival. Con solo diez votos de diferencia parecía haber una cierta fractura en el ala del partido conservador del CE.

Fisuras que Agramunt decidió sellar. Tras dos años afianzando alianzas desde su cargo como máximo portavoz del PPE, el representante valenciano comenzó a sonar como «presidenciable» del Consejo de Europa cuando el mandato de la liberal Anne Brasseur llegara a su etapa final a principios del 2016. Para ello, solo un hombre se entrometía en su camino: el francés Jean Claude Mignon, que ya había ostentado el cargo de presidente de la asamblea del CE entre 2012 y 2013. El PPE organizó unos primarias y el representante valenciano arrasó, cosechando más del 70 % de los apoyos de su compañeros de partido procedentes de otros países.

Desde el entorno de Pedro Agramunt destacan que la abultada victoria del político valenciano se fundamentó en dos aspectos: la posición pro-rusa de su contrincante en el conflicto con Ucrania y el hecho de que Mignon ya hubiera ocupado la presidencia con anterioridad.

«Pedro ha conseguido los apoyos del partido ucraniano y de otros representantes de países que estuvieron en la órbita rusa. Y lo ha hecho siguiendo posturas muy claras», exponen sus allegados. «Además, el hecho de que Mignon quisiera repetir en el cargo era algo que no se veía del todo bien», añaden.

Tampoco podemos olvidarnos de que el cargo como presidente del grupo popular otorgó a Pedro Agramunt un status y una visibilidad que lo impulsaron en las votaciones de septiembre.

Mañana, el senador valenciano se convertirá en el cuarto español en ser elegido presidente de la asamblea del CE. Antes lo precedieron Jose María de Areilza (UCD y Coalición Democrática, 1981-83), Miguel Ángel Martínez (PSOE, 1992-1996) y Lluís María del Puig (PSC, 2008-2010).