Otra realidad negada por activa y por pasiva durante los años posteriores al accidente del metro, incluso en sede judicial, ha sido la reutilización de piezas de las unidades de tren articuladas (UTA) de la serie 3700 que se desguazaban para aprovechar las piezas, por falta de suministros. Las UTA 3700 son los trenes como los que sufrieron el accidente del 3 de julio de 2006.

Pero ayer el ex responsable dirección de análisis y auditoría de seguridad en la explotación (DAASE) Juan José Gimeno Barberá admitió sin tapujos, en sede parlamentaria, lo que hasta ahora habían negado los directivos y los trabajadores de talleres que declararon en el juzgado que investiga el accidente del metro. «Sí que había dificultades para obtener recambios y repuestos» en las UTA 3700, reconoció. Aunque sobre el estado de los trenes, Gimeno Barberá se mostró convencido de que «el estado de las unidades no influyó en el accidente».

Tanto Gimeno Barberá como el ex director de operaciones de FGV, Manuel Sansano, aseguraron desconocer el informe sobre las UTA 3700 que hizo otro directivo, el director adjunto de explotación, Vicente Contreras, en el que se reconocía que estas unidades estaban «al final de su vida útil» por problemas de «obsolescencia». «Me enteré por la prensa», dijeron ambos. Nadie admitió estos hechos en la anterior comisión o públicamente, hasta que la entonces diputada de Compromís, Mònica Oltra, hizo público el informe de Contreras tras encontrárselo en un expediente. De hecho, cinco de las 66 consignas preparadas en el informe de H&M Sanchis era negar el mal estado de las UTA 3700 «No estaban obsoletas porque sólo tenían 18-21 años de vida media (respuesta número 20); «no han disminuido ni en calidad ni en cantidad las revisiones» (respuesta 31); «Ninguna pieza de mantenimiento está obsoleta» (respuesta 45); y «no hay sobrecarga de trabajo y se tiene el material que se necesita» (respuesta 53).

Sobre el informe de Contreras, Manuel Sansano incluso comentó que «se elaboró para justificar una adquisición de trenes (...) Incluso agrandando [los problemas que sufrían] para pedir un dinero».