El colegio de veterinarios de la Comunitat Valenciana ha levantado la voz ante la necesidad, a su juicio, de que la Conselleria de Sanidad regule más el control sanitario sobre la carne de caza. Después de que la federación de caza haya mostrado su predisposición a entregar animales abatidos para nutrir a comedores sociales, el presidente de los veterinarios valencianos, Francisco Beltrán, expresa que en este momento hay «un riesgo latente» ante la falta de controles. Especialmente, incide, sobre los animales de caza mayor como los jabalíes.

El cierre progresivo de la mayoría de mataderos municipales en los que realizar análisis sobre la salubridad de esta carne, explica Beltrán, aconseja la creación de un equipo de veterinarios habilitados por la conselleria para que en una sala de tratamiento de este tipo de carne pueda realizar controles para poder entregarla o comercializarla con garantías de salubridad.

De hecho, el colegio de veterinarios hace tiempo que presentó un borrador de orden a Sanidad con propuestas para establecer los procedimientos de manipulación de las piezas abatidas durante las actividades cinegéticas de caza silvestre destinadas a la comercialización para el consumo humano. «Todavía no hemos recibido respuesta», lamenta Beltrán. Si hay que entregar conejos, liebres o jabalíes para comedores sociales, subraya, todo animal cazado debe haber sido analizado previamente para descartar la presencia del parásito que provoca la triquinosis.

Fuentes de Sanidad recalcan que la actual normativa „derivada del derecho comunitario„ es suficiente y garantiza la salubridad.

Reunión entre cazadores y Sanidad

Por otro lado, el vicepresidente primero de la federación de caza valenciano, Máximo Belenguer, ha mantenido ya el primer encuentro con representantes de las Consellerias de Sanidad y Medio Ambiente para conocer la viabilidad de una actuación conjunta en el proyecto de donación de carne de caza a entidades y comedores sociales.

Aunque no se ha tratado más que de una reunión informativa para recabar normativas y conocer la predisposición de la Administración ante esta iniciativa, los cazadores aseguran que «las sensaciones han sido muy positivas por ambas partes con voluntad de encontrar vías de acuerdo», según Belenguer.