Además del descrédito de la clase política, mucha gente siente asco por tanto caso de corrupción ligado a su partido. ¿Comparte esa sensación generalizada?
Totalmente, al cien por cien, como no puede ser de otro modo, y además, especialmente, los militantes y simpatizantes del PP y los que nos dedicamos a la política por vocación y convicción. Esta semana, que no ha sido buena para el PP, queríamos transmitir la rabia e impotencia que sentíamos por tantísimos cargos públicos que se dejan la vida por este partido sin recibir nada a cambio o su sueldo y la única recompensa de ayudar a sus conciudadanos.
Desde que tomó posesión en julio al frente del PPCV, vaya «marrón» sin tregua le ha caído encima... Ciegsa, Acuamed, IVAM, ahora Imelsa. ¿Hemos tocado ya fondo o pueden aparecer mas?
No puedo hacer previsiones, ni hablar de futuribles. Sí puedo decir que estos casos son del pasado y evidencian que en este país no hay impunidad. La justicia tardará más o menos -a veces nos gustaría que fuese más rápida-, pero también hay que preservar una serie de derechos y garantías. Pero quien la hace, la paga. Y esto no sólo ocurre en la Comunitat Valenciana, ni en el PP, sino que afecta también a otros partidos y no sólo a la clase política. Nos debe hacer reflexionar sobre las cosas que hay que cambiar, las que hay que mejorar y qué conservar. Que esto nos sirva de catarsis.