El Instituto Metalmecánico de Valencia (Aimme) está elaborando un protocolo de ensayo que ayude a determinar la seguridad de los productos y utensilios metálicos que están en contacto con los alimentos, y para final de año espera emitir una etiqueta de garantía de que no existe riesgo de toxicidad.

Los metales y sus aleaciones, como el cromo, aluminio, níquel o zinc, se utilizan habitualmente como materia prima para la fabricación de artículos, recipientes, utensilios domésticos e incluso para envolver alimentos. Los iones metálicos pueden liberarse a los alimentos, y si la migración supera los valores toxicológicos de referencia, se puede poner en peligro la salud del consumidor o alterar la composición de los alimentos o sus características organolépticas.

La etiqueta estará respaldada por protocolos, que recogerán los ensayos que realizarán los laboratorios del Instituto Tecnológico Metalmecánico, que variarán en función de las condiciones de uso del producto y su composición química. Esto es así porque, por ejemplo, no requiere el mismo tipo de pruebas una sartén que se someta a elevadas temperaturas con el alimento en su interior, que un cubierto, que habitualmente tendrá un tiempo menor de contacto con el alimento y a menor temperatura.

Aimme lleva a cabo este protocolo con el apoyo del Ivace, dependiente de la Conselleria de Economía, que respalda esta investigación con 80.000 euros a través de su convocatoria de ayudas a Institutos Tecnológicos.