Como en la película «La decisión de Sophie», en la que Meryl Streep, tuvo que elegir a quién de sus dos hijos dejaba en manos los nazis. A este cinematográfico símil aludió ayer Carolina Punset para explicar el dilema que le ha supuesto decidir si se quedaba en las Corts como portavoz de Ciudadanos o se marchaba a hacer política en Europa. «Como elegir entre un hijo y una hija, la decisión más difícil de mi vida», apostilló.

Punset, el verso libre de la organización, convocó ayer una rueda de prensa para decir adiós, una sentida despedida por quien se estrenó en las Corts con una polémica intervención sobre el uso del valenciano y que, al final, se marcha mostrando su apego al «terruño» (según bromeó fuera de micrófonos) y con la promesa arrancada a la dirección del partido de que su equipo y, en concreto, su mano derecha en las Corts, el diputado Alexis Marí, será su sustituto en la portavocía de las Corts

La marcha de Punset estaba en la agenda desde que Juan Carlos Girauta dejara Europa para ir en las listas al Congreso de los Diputados. Punset, que fue de tres en las europeas, ha meditado mucho una decisión en la que, dijo, han pesado cuestiones personales, políticas y profesionales.

Eso sí, la dirigente ha querido irse dejando apalabrado su relevo en un grupo parlamentario que ha funcionado con muchas tensiones y que está fracturado en dos mitades: la que apoyaba a la portavoz y la que lideraba el exdirigente popular y portavoz adjunto, Emigdio Tormo. En principio, Alexis Marí, la persona que ha trabajado codo con codo con Punset será el nuevo rostro de Ciudadanos en las Corts. La propuesta partirá en los próximo días de los órganos directivos de Ciudadanos y será votada por el grupo. En principio, no habrá factura ya que el sector de Tormo apoyará a Marí. Está por ver, no obstante, si el diputado, tendrá manos libres para hacer su equipo y marcar la estrategia o, como le ha ocurrido a Punset, se le pondrán palos en las ruedas desde dentro.

Punset, con todo, no quiso hablar de esta cuestión durante la corta de rueda de prensa en la que anunció su marcha a Estrasburgo. Una comparecencia en la que estuvo arropada por la práctica totalidad de los diputados, aunque Tormo no asistió. Punset mantuvo que no le competía a ella la decisión, si bien lanzó un dardo envenenado al ser preguntada sobre cómo deseaba que funcionara su grupo sin ella: «Pasa porque en ningún caso se nos pueda tildar de marca blanca del PP, en ningún caso», manifestó.«Hemos de tener personalidad propia y ser constructivos como señas de identidad y trabajar en consensos y en base a propuestas, no por sillas ni puestos», reivindicó.

La ya exportavoz de Ciudadanos aseveró que había tomado la decisión con total libertad y descartó «coacciones». «No lo habría tolerado», indicó.

Aunque la dirección nacional de Ciudadanos nunca apostó por ella para ser el referente en la Comunitat Valenciana (el portavoz en Valencia, Fernando Giner, es el elegido), el riesgo de perder protagonismo en la escena política se multiplica con la salida de Punset. Supone el fin de una etapa en la que su liderazgo poco convencional despertaba expectación. La futura eurodiputada, hija del conocido divulgador científico Eduard Punset, era además asidua a tertulias televisivas.

El reto de liderar la oposición en las Corts y diferenciarse del PP quedará, si finalmente se confirma el relevo, en manos de Marí, ex de UPyD, un diputado de trato amable y que comparte con Punset un perfil liberal. Marí mantiene una buena relación tanto con el PP como con la izquierda. Por Punset entrará en las Corts «si acepta» el arquitecto Domingo Rojo, otro ex-UPyD, hasta ayer jefa de gabinete de Punset.