«Los hombres de Alfonso» tenían dos técnicos de confianza para sus trapacerías en todas las empresas públicas en las que realizaron sus negocios de cobro de comisiones. Se trata de los arquitectos detenidos en la Operación «Taula», Elena Bosque y Joan Vergara, a quien la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sitúa como nexo de unión entre los presuntos amañosrealizados en las empresas públicas Imelsa y Ciegsa. Bosque y Verdú trabajaron en ambas sociedades en los años del saqueo, entre agosto de 2004 y abril de 2008 en la constructora de colegios, y entre abril de 2008 y julio de 2012 en la firma de la Diputación de Valencia de la que fue gerente el arrepentido Marcos Benavent.

La colaboración de los arquitectos arrestados con la trama comienza en 2004. Máximo Caturla, uno de los supuestos cabecillas de la red corrupta, es nombrado gerente de Ciegsa por el exconseller de Educación del PP, Alejandro Font de Mora. Según fuentes de la empresa pública consultadas por Levante-EMV, nada más llegar a su puesto Caturla destituye a cuatro técnicos y ficha a Elena Bosque y Joan Verdú para dirigir el departamento de Proyectos de la empresa constructora de centros educativos.

Estos dos arquitectos, según relatan en sus propios currículos en poder de la Guardia Civil, llegan a «supervisar los proyectos de 800 escuelas primarias y secundarias, los de centros educativos de teatro y los de escuelas de música, a lo largo de los municipios de la Comunitat Valenciana». En el caso de Elena Bosque, la técnica manifiesta que «evaluó propuestas técnicas para cuatro proyectos de escuela; supervisó 10 de escuelas primarias, ocho de centros de secundaria y definió el modelo de programa para escuelas de teatro y de música». Todo como jefa de departamento de proyectos entre agosto de 2004 y abril de 2008. Caturla fue su jefe entre 2004 y 2007, cuando cambió de aires ante la llamada de Alfonso Rus para que le acompañara en su equipo de la diputación.

De la Generalitat a la «Dipu»

Rus fue nombrado presidente de la Diputación de Valencia en julio de 2007 y designó a Máximo Caturla como su vicepresidente y responsable del área de Economía y Hacienda. Diez meses después, Bosque deja Ciega y ficha como directora técnica de Imelsa, empresa que depende directamente del departamento de Caturla y de la que es gerente Marcos Benavent. Al equipo se suma también Joan Verdú, que deja Ciegsa y su servicio a la Generalitat para trabajar a las órdenes de la institución recientemente conquistada por Rus. Meses después, los «hombres de Alfonso» empezaron la operación de las instalaciones deportivas y los campos de césped artificial.

Tanto Verdú como Bosque fueron quienes dirigieron los proyectos de construcción de campos de fútbol, pistas de pádel y piscinas cubiertas financiadas por la Diputación de Valencia de Rus y los ayuntamientos y por los que la trama se quedaba el 10 % en mordidas, según informó ayer Levante-EMV. Según la información en poder de este periódico, los arquitectos arrestados participaron en «la construcción de 51 campos de fútbol, 52 de pádel y ocho piscinas públicas de interior, a lo largo de 82 municipios de la Comunitat Valenciana». El presupuesto de estas obras supera con creces los 33 millones de euros que destinó Rus a su plan de llenar de deporte la provincia.

La Guardia Civil continúa con sus investigaciones que son secretas. Esta semana habrá más actuaciones de la UCO en la ciudad de Valencia.