Los cuatro asesores del grupo popular del Ayuntamiento de Valencia que se negaron a ingresar mil euros para la última campaña electoral municipal, a cambio de recuperarlos en negro y en metálico (acción conocida como «pitufeo») advirtieron de la ilegalidad a los responsables del partido. «Avisé a García-Fuster [la secretaria del grupo municipal detenida en la Operación Taula] de que esto era blanqueo de dinero», explica a Levante-EMV uno de las personas de confianza que ayer declaró como testigo en el juzgado de instrucción 18. Una advertencia y una negativa que les costaron muy caras. Primero sufrieron el ostracismo, después presiones de todo tipo y, finalmente, el despido. Ninguno fue renovado tras el 24-M.

La petición a los concejales y asesores populares ya era, per se, extraña. «Ingresa este dinero en esta cuenta», se les pidió. A más de uno no le venía bien. «No te preocupes, que García-Fuster te lo devolverá», explican algunos de estos testigos que les dijeron. Al negarse a este «pitufeo electoral», adivinaron cuál iba a ser la consecuencia. «Sabíamos que estábamos fuera desde que nos negamos». Y la prueba palpable de que ya no formaban parte del círculo de confianza de la alcaldesa llegó el 22 de mayo. «El día de Santa Rita no se nos invitó a la tradicional copa de champán que la exalcaldesa solía ofrecer en su despacho».

Ante esta revelación, la siguiente pregunta cae por su propio peso. ¿Conocía Rita Barberá este tejemaneje? La respuesta es obvia. «Era la jefa», admiten sin ambages. Este control férreo del grupo popular incluía a la hermana de la alcaldesa, Asunción Barberá. «Me hace gracia que ahora diga que ella sólo era funcionaria», explicaba ayer una de las cuatro personas del Ayuntamiento de Valencia que comparecieron como testigos. El quinto fue un trabajador del área de Recursos Humanos de la Diputación de Valencia que también testificó ante el juzgado de Instrucción número 18.

También visitó la Ciutat de la Justícia el exportavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia Alfonso Novo, quien se acogió a su derecho a no declarar, al estar imputado (investigado), tras declarar ante la Guardia Civil la pasada semana. Novo justificó su silencio, en declaraciones a los periodistas, por el «secreto del sumario» que pesa sobre la Operación Taula. Aunque defendió que iba a «colaborar en todo lo que tenga que ver con la justicia y respeto la acción judicial» optó por callar en instrucción 18. «Como ya declaré en la Guardia Civil y desde entonces no se ha producido ningún hecho nuevo, no puedo ampliar más. Cuando tengamos acceso al sumario, en función de la información, haremos las declaraciones oportunas ante la autoridad judicial». Novo sólo admitió las donaciones al partido en 2015, «como en alguna otra ocasión». Pero él defiende que esta aportación no se le devolvió. «A mí no, no sé si a otros. Desde luego, a mí no». También manifestó desconocer por qué algunos asesores sí que admiten el pitufeo. «No lo sé. Ellos sabrán lo que dicen y por qué lo dicen». Mientras atendía a los periodistas un «iaioflauta» increpó a Novo. «Lladre! Eres un xoriço! Has arruïnat el País Valencia!» A lo que el político contestó: «El País Valencià no sé lo que es. Cuidado con lo que dices».