La idea del PPCV de plantear una refundación en el partido que conlleve mayor autonomía respecto de Génova fue ayer planteada ante la dirección nacional del PP. La cúpula regional, encabezada por la presidenta, Isabel Bonig, se desplazó a la sede del PP para abordar la situación del partido y plantear abiertamente la posibilidad de celebrar un congreso extraordinario. La reunión, a la que también asistieron los presidentes provinciales, excepto el de Castelló, Javier Moliner, terminó sin un acuerdo concreto, según fuentes del PPCV, pero con el propósito de mantener abierto el diálogo.

Fuentes del PP nacional indicaron que están dispuestos a adelantar el congreso extraordinario en la Comunitat Valenciana pero rechazan el cambio de siglas planteado la dirección del PP valenciano.

Esta idea ha pillado por sorpresa a la dirección nacional. De hecho, más de un dirigente se quedó ayer totalmente descolocado ante una propuesta que puede abrir la caja de los truenos en un momento muy delicado. No hay que olvidar que el PP es un partido que podría verse muy pronto fuera de las instituciones e incluso sumergido en su propia crisis interna. Quizás por eso, porque ni el PP ni su presidente Mariano Rajoy están fuertes, los populares valencianos se han atrevido a dar un paso al frente y, por primera vez en su historia, lanzar un grito de independencia respecto a la capital.

En realidad, la organización que dirige Isabel Bonig pensaba esperar a hablar con Génova antes de hacer públicos sus planes, pero la iniciativa trascendió a los medios de comunicación 24 horas antes de la cita concertada días atrás con el responsable de organización, Fernández Martínez Maillo. Pese a todo y, al menos de momento, Bonig no se ha encontrado con el portazo de Génova al congreso extraordinario.

El PPCV no quiso ayer entrar en detalles sobre las conversaciones más allá de que la coordinación con Madrid es absoluta y que, además de la situación de los imputados en la Operación Taula y las medidas para atajar la corrupción, también se habló de la refundación del PP.

Con todo, este extremo es el más complicado. Un partido valenciano con independencia del PP a la manera del PSC o UPN no es del agrado de Génova. Respecto al congreso extraordinario y según fuentes de la dirección nacional de los populares estarían aún por determinar las fechas, que, en todo caso, habría que esperar a que se solventara el panorama nacional.

Antes de la reunión, durante una entrevista en «Los desayunos de RTVE» y preguntado por los movimientos en el PPCV, Maillo confesó que Génova desconocía la propuesta. «Nosotros no hemos recibido esa propuesta todavía. Escucharemos cualquier propuesta», indicó el dirigente popular. Ahora bien, evidenció que el PPCV tendrá que esperar. «Estamos abiertos a dialogar con el PPCV para ver qué se puede hacer en el futuro, pero yo creo que para eso todavía hay que esperar», indicó. La decisión de desmantelar el partido en la ciudad y nombrar una dirección provisional es uno de los argumentos más sólidos que el PPCV quiere hacer valer ante Rajoy. En la calle Quart opinan que no es posible que la tercera ciudad de España en importancia y la principal fuente de votos al PP en la provincia (en torno a 100.000 votos las pasadas municipales tras una sangría de otros cien mil votos) esté bajo una gerencia más de un año, el tiempo que se tardaría en celebrar el congreso en Valencia con los trámites ordinarios.

La disposición de Génova a hablar abre esperanzas al PP que ayer tuvo que templar gaitas y dar explicaciones ante Génova por haber impulsado una iniciativa sin consultar a la dirección nacional.

«Una decisión radical»

La Operación Taula ha puesto patas arriba la organización y ha precipitado las ganas de muchos (dirigentes y militantes) de dar un golpe de timón a la situación tras la pérdida de poder. Algunos en el PPCV sostienen que Génova no puede negarse ante la opinión pública a que Valencia opte por la refundación, sobre todo, porque es una respuesta contundente ante la endiablada situación generada por los escándalos de corrupción.

En sus declaraciones, Maillo avaló la respuesta del PPCV y puso en valor la idea de la gestora. «Crear una gestora en un partido en la tercera ciudad más importante de España es lo más duro que se le puede plantear a un partido. Hacer una gestora es una decisión radical, una decisión muy fuerte y la hemos adoptado. Por lo tanto hemos actuado con dureza, con contundencia».

En parecidos términos se expresó el responsable de Comunicación del PP, Pablo Casado, que aseguró que se sienten «todos avergonzados». Añadió que quieren «renovar completamente el partido y dar un mensaje de «absoluta regeneración» porque, a su juicio «hace falta».