El control y fiscalización de los hospitales del modelo Alzira ha resultado casi nulo desde su puesta en marcha en Alzira en 1999, según desveló ayer en las Corts el subsecretario de Sanidad, Ricardo Campos. El alto cargo aseguró que no existe en la conselleria ninguna auditoría a las empresas que han gestionado el modelo público-privado durante estos años pese a que era obligatorio presentarlas cada año. Aseguró que fue tal la dejadez que en el articulado que regía las relaciones contractuales entre Consell y empresas no existía ni la posibilidad de abrir procedimientos sancionadores. Tampoco se han realizado nunca en estos años ni auditoría de cuentas, ni de inversiones, ni asistencial que garantizase la equidad de la prestación del servicio respecto a la sanidad pública. «Ha habido mucho interés en tapar vergüenzas amigas», remarcó Campos. El representante de la Conselleria de Sanidad anunció que el próximo mes se pondrá en marcha una auditoría integral en cada departamento de salud. «A partir de ahora el cumplimiento va a ser escrupuloso y para ello se ha reforzado el control a través de la Alta Inspección y se ha dotado a los comisionados de más competencias», aseveró

La conselleria está poniendo al día muchas liquidaciones de los departamentos del modelo Alzira que estaban pendientes como en el de Elx-Crevillent donde no se cerró ni una sola. «No sabemos si es que no iban a trabajar porque además hay liquidaciones a favor de la conselleria y hace años que ese dinero tenía que estar ingresado en las arcas de la conselleria, no tiene justificación salvo por la desidia y mala gestión del PP».

Campos recordó que la recuperación a la sanidad pública de los hospitales del modelo Alzira forma parte del pacto del Botànic que sostiene al Consell de Puig y Oltra. «Va a haber una reversión responsable, con todas las garantías jurídicas porque hay muchos profesionales afectados«, añadió.