Que se celebre una corrida de toros benéfica no es algo tan extraño. Y que una ONG como Cruz Roja o Cáritas reciba los fondos obtenidos por una actividad taurina tampoco lo es. Es más, una de las corridas más importantes de la temporada, que se celebra cada año, tiene fines solidarios: la tradicional corrida benéfica extraordinaria de la Cruz Roja en la Maestranza de Sevilla.
El caso de la capital andaluza choca de lleno con la decisión de Cruz Roja en Requena. No solo recibe los fondos, sino que además el festejo sevillano incluso lleva su nombre. «Es una corrida muy tradicional. Por lo menos se viene celebrando desde que nosotros llevamos la plaza, y de eso hace más de ochenta años», explican fuentes de Pagés, la empresa que gestiona la Maestranza. Eso sí, en los últimos años es cierto que el símbolo de la Cruz Roja no aparece en el cartel del evento. Pero, según las mismas fuentes, no porque lo haya solicitado la organización solidaria. «En el cartel se hace mención pero no se saca el logo, pero porque el propio cartel tiene un copyright de la Maestranza y tenemos que ceñirnos a la patente», explican. «Mantenemos una colaboración muy estrecha y el trato con Cruz Roja es óptimo», certifican.
La paradoja de la Beneficencia
Posiblemente, la corrida que más se pueda vincular a actos solidarios en España es la de la Beneficencia, que se celebra en la plaza de Las Ventas de Madrid. Sin embargo, desde hace décadas ya no tiene fines solidarios. Este espectáculo taurino, que se celebra desde 1856 y es uno de los más relevantes cada año —miembros de la Casa Real son habituales en la cita—, nació con la intención de ayudar al Hospital General de Atocha y otras entidades, pero a lo largo del siglo XX perdió dicha motivación.
