El presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy, garantizó ayer que ante el último caso de corrupción que ha afectado a su partido en Valencia todos tendrán el mismo trato. «Esto se acabó y aquí ya no se pasa por ninguna», aseguró.

Con esa advertencia, Rajoy concluyó su intervención ante la reunión del grupo parlamentario popular, que se cerró con una referencia al caso Imelsa que ha llevado a la detención de una veintena de personas, entre ellas varios cargos y excargos del PP en Valencia.

«Todo el mundo, sea quien sea, desde el presidente nacional del partido hasta el militante más modesto tendrá el mismo trato», explicó Rajoy, quien recordó que todos los detenidos ya han sido suspendidos de militancia, que el PP de Valencia creará en las próximas fechas una gestora y que tomará las decisiones oportunas para todos los investigados dependiendo de su situación judicial.

En esta misma línea, el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado, declaró ayer que el PP «no va a pasar ni una» y que va a «combatir con absoluta firmeza» los casos de corrupción, «pasen en Valencia» o en otro lugar.

«Los ciudadanos están hartos de los casos de corrupción y nosotros más, porque hay gente que se ha instrumentado de nuestras siglas y nos está perjudicado muchísimo», enfatizó.

Casado pidió, en declaraciones a los periodistas en el Congreso, que «se haga justicia» y que «quien lo haya hecho que lo pague de verdad», y solicitó que se haga «sin ningún tipo de tibieza ni de medias tintas».

Así mismo, Pablo Casado instó a no juzgar «a todos los políticos» porque la inmensa mayoría participa en la política «por vocación» y «lo único que quiere» es «que se haga justicia cuanto antes». Las decisiones en ese sentido están siendo rápidas y contundentes en el Partido Popular. Todos los investigados y detenidos en la operación «Taula» han sido suspendidos de militancia de manera cautelar