El exadministrador de la consultora HM&Sanchis, Jorge Feo, ha negado que desde su empresa se adoctrinase a personal de Ferrocarriles de la Generalitat (FGV) sobre lo que debían declarar en la primera comisión parlamentaria que investigó el accidente de metro de 2006, en el que fallecieron 43 personas.

Feo ha comparecido esta tarde en la reabierta comisión de investigación de Les Corts Valencianes sobre este accidente como máximo responsable de la empresa de comunicación que asesoró a FGV y que, según se supo en 2012, elaboró un informe para el personal de la empresa para preparar sus comparecencias en la comisión.

En su intervención, ha insistido en que en dicho informe únicamente se plasmó la opinión de los directivos sobre el accidente y que "no hubo asesoramiento a los comparecientes", sino que se les dio indicaciones para que "dijesen lo que pensaban que había ocurrido".

"Nosotros preguntamos -a los directivos de FGV- qué había pasado, ellos respondieron, de común acuerdo, no hubo grandes discusiones al respecto, que el accidente se debió al exceso de velocidad; y nosotros pusimos eso sobre el papel. Nosotros les recomendamos que transmitiesen seguridad, que dijeran lo que pensaban les preguntasen lo que les preguntasen", ha agregado.

"Yo no sé nada de balizas, no preparamos a nadie, sino que plasmamos el punto de vista de FGV sobre lo sucedido", según ha declarado Jorge Feo.

Preguntado por cómo logró contratar con FGV, Feo ha explicado que en 2004 tuvo un problema con un empleado en la estación de Facultades y puso una reclamación, y que tiempo después le recibió la directora de FGV, Marisa Gracia, para tratar este problema, que no ha especificado.

"Yo no conocía a Gracia en absoluto, a nadie de FGV, pero a partir de esa conversación le propuse, como persona del campo de la comunicación, una propuesta de un plan de comunicación", ha explicado.

"Cuando pasó la desgracia del accidente hubo un shock, una situación complicada con sindicatos, con medios, empleados... y dentro del trabajo normal de cualquier asesor de comunicación nosotros dejamos claro cuál era el posicionamiento que debía tener la empresa frente a este situación", ha agregado Feo, quien ha asegurado que el informe que elaboró antes de la comisión de investigación no supuso un coste extra FGV.

A preguntas de los diputados, Feo ha negado haberse reunido jamás ni haber preparado informes para el expresident Alberto Fabra, el exconseller Serafín Castellano o el PP.

"Nosotros preparamos las posibles preguntas en función del posicionamiento que tenía cada partido" en el momento del accidente, ha agregado Feo, "y si revisan las hemerotecas lo podrán comprobar", ha apostillado.

En consecuencia, ha negado que nadie les pasase previamente posibles preguntas que realizarían los grupos parlamentarios al personal de FGV que compareció en la primera comisión de investigación.

La diputada de Compromís, Isaura Navarro, ha reprochado a Feo que los contratos sucesivos de asesoramiento firmados con FGV se realizaron por un procedimiento de negociado y que pudieron suponer un fraccionamiento, un asunto que ya fue denunciado por esta formación.

Hoy también ha declarado el exmaquinista y vocal del Sindicato Independiente Ferroviario Diego José Trigo, quien ha opinado que el informe de HM&Sanchis "quiso ocultar la verdad, echar la culpa al maquinista (fallecido en el accidente) porque no puede defenderse, es lo más fácil".

A su juicio, no es normal que el tren accidentado recorriese 50 metros antes de que se hiciese efectivo el frenado y ha opinado que no cree que funcionase el sistema conocido como "hombre muerto", que obliga al maquinista a activar una palanca cada cierto intervalo para que el tren no se detenga.

Este exempleado ha negado que recibiese presiones mientras estaba en activo y ha explicado que no le consta que ningún compañero suyo las sufriese.

A preguntas del PP, ha asegurado que él mismo defendió en varios comités de seguridad que era necesario corregir un bache en el trazado de la curva donde se produjo el accidente y la conveniencia de la instalación de una baliza que frenase el convoy de forma automática.