Abordar un problema de relevancia internacional como la ablación femenina no es fácil, resolverlo, menos. La Conselleria de Sanitat Universal ha dado, al menos, el primer paso para ofrecer sus servicios a las mujeres que hayan pasado por este calvario y, además, empezar a trabajar en la prevención y que las niñas que residen en la Comunitat Valenciana y que están en riesgo, por la procedencia de sus progenitores, puedan escapar de ser agredidas y mutiladas.

Según los datos de la administración, en la Comunitat hay 2.695 niñas menores de 15 años que, por su procedencia (o ascendencia, la mayoría son ya nacidas aquí), están «en riesgo potencial» de ser mutiladas, un atentado contra su integridad física que está «considerado un delito en nuestro país», pero sobre la que no hay una ley universal para perseguirlo, según recordó ayer la consellera del área Carmen Montón.

La primera acción ha sido crear un mapa localizando los departamentos de salud con un riesgo «real» según el porcentaje de población que acogen de los países donde se registra esta práctica. El segundo paso será adaptar el protocolo de actuación sanitaria ante la mutilación genital femenina publicado el año pasado a nivel estatal y, con él, sensibilizar y formar a los profesionales sanitarios en esta lucha. Ahí, los esfuerzos se concretarán en la prevención y detección del riesgo, pero también, en ofrecer información y apoyo una vez producida la agresión para evitar posibles secuelas.

Secuelas físicas y psíquicas

Los casos se suelen dar cuando las niñas están de viaje con sus familias en sus países de procedencia. Allí y bajo el amparo de las creencias de la familia, se somete a las pequeñas al ritual. Una niña a la que se le han mutilado los genitales tendrá que luchar, en primer lugar, contra el trauma sufrido y, después, contra las secuelas físicas y psíquicas. La ablación conlleva una disfunción sexual severa al impedir llegar al orgasmo y también puede provocar problemas de hemorragias o en la concepción, llegando incluso a la muerte.

El servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Doctor Peset en Valencia ya tiene experiencia en realizar cirugías reconstructivas y la conselleria quiere acreditarlo para que albergue la primera unidad de referencia en la Comunitat Valenciana. De la mano de la Fundación Dexeus Salud de Barcelona (pioneros en España), los especialistas del centro valenciano empezaron a realizar esta cirugía reparadora en 2009 y, desde entonces, se han realizado cinco intervenciones con éxito: a una mujer de 28 años de Senegal, una de 24 años de Sudán y tres de Nigeria de 30, 40 y 36 años.

El hospital, de esta forma, está preparado para realizar estas intervenciones pero el problema es luchar contra el tabú que supone para las mujeres el hablar de esta práctica. Muchas -sino la mayoría de las mujeres adultas procedentes de ciertos países africanos- lo han sufrido y quieren evitar que sus hijas pasen por lo mismo pero es un verdadero estigma «y no suelen hablar de ello, ni siquiera reconocerlo cuando se les pregunta directamente. No van al ginecólogo y, cuando lo hacen, tampoco es fácil detectarlo si no es de un tipo III, el más severo» ,explicó ayer la ginecóloga del Peset, Melisa Darocas.