Basile Pare es el presidente de la asociación de Malí en Valencia. Desde ayer forma parte como agente de salud del grupo de trabajo constituido para luchar contra esta práctica salvaje junto a la Conselleria de Sanitat y los servicios de Ginecología del Peset y del Hospital de la Plana, en Vila-real, especialmente sensibilizados en la lucha contra la mutilación genital femenina. Basile puso voz a un problema que pocas veces se verbaliza y, casi nunca, tiene acento de mujer. «Las madres aquí tienen miedo de ir a Malí en vacaciones porque allí es difícil que puedan negarse a que se les haga a sus hijas. No se puede hablar de eso y no pueden decir que no. Es un camino por el que pasan todas», explicó. De hecho, en su familia, la mujer de su hermano «cogió a las niñas para hacerles esto mientras la madre estaba preparando la comida», relató.

La única opción que les queda para que sus hijas escapen de esta tortura es «civilizar a la familia de allí. Tenemos que advertirles allí a la familia y decir que aquí nos castigarán por ello. Queremos buscar el camino para hacerlo porque aquí realmente hay pocas mujeres que quieran» que se lleve a cabo la mutilación genital a sus hijas. El problema viene en esos viajes cuando las niñas aún son niñas y los familiares entienden que para ser puras y obedientes a sus maridos deben prescindir de sus clítoris. El choque cultural es brutal y funciona como una auténtica barrera para muchas familias de origen senegalés, nigeriano o maliense afincadas en la Comunitat Valenciana. «Los ancianos dicen que para ser fiel hay que quitar eso a las niñas, por eso se hace, porque sino, piensan que tendrán tres o cuatro parejas al mismo tiempo», explicó Basile.

Basile reconoció que el 100 % de sus compatriotas que viven aquí «han pasado» por ello pero «dentro de la familia no se dice la verdad, son cosas tabú y no tienen permiso para hablar».

El mapa de riesgo quiere servir como un primer paso para evitar que esta práctica deje de imponerse a las menores y para que las mujeres afectadas puedan optar a una reconstrucción que mejore sus vidas.