La Policía Nacional detuvo ayer en Ontinyent a un hombre y a otras cinco personas en varias localidades de la provincia de Alicante „Crevillent, Muro, Alquería d´Asnar, Alcoi y Alicante„ en una operación contra las organizaciones del Estado Islámico (EI) y Jabhat Al Nusra. Los siete arrestados „también se apresó a otro presunto yihadista en Ceuta„ están acusados de pertenecer a una célula que abastecía de material logístico a las entidades terroristas en Siria e Irak.

En la localidad valenciana de Ontinyent los registros comenzaron sobre las tres de la madrugada, alargándose durante más de 13 horas. Los agentes salieron de la vivienda del arrestado con varias cajas con enseres personales. Los testimonios de los vecinos confirmaron que A.R. vivía en el número 7 de la avenida Almaig de la capital de la Vall d´Albaida. Al parecer, era una persona bastante conocida „llevaba más de 15 años residiendo en Ontinyent„ y tenía vínculos laborales con una ONG. A su vez, disponía de nacionalidad española y jordana. Sus vecinos lo definen como «una persona tranquila que no tenía problemas con nadie» y apuntan como anécdota que uno de sus hobbys era el de coleccionar monedas antiguas.

Un cabecilla con plenos poderes

El Ministerio del Interior confirmó que el cabecilla de la organización „arrestado en la localidad de Crevillent„ dirigía un amplio complejo empresarial que permitía «camuflar» como ayuda humanitaria material de todo tipo: dinero, equipos electrónicos y de transmisiones, armas de fuego y precursores destinados a la fabricación de explosivos. Los vínculos laborales del residente en Ontinyent se intuyen como claves en las operaciones de la célula.

Por otra parte, el modus operandi descrito habla de contenedores cerrados que eran enviados desde varios puertos de la geografía española a las zonas en conflicto. Desde Interior argumentaron que «el liderazgo y la dirección del grupo la ejercía un solo miembro, que había establecido un liderazgo permanente basado en la confianza, los intereses compartidos y un ideario radical afín».

Entre los detenidos hay cinco españoles de origen sirio, jordano y marroquí y dos extranjeros. En total, se llevaron a cabo doces registros en domicilios personales y lugares de trabajo.

Las investigaciones que han permitido la desarticulación de la célula comenzaron en 2014 y el grupo desmantelado «formaba parte de un aparato logístico estable y plenamente desplegado». Se ha confirmado también que había operado en otros países de Europa, hasta asentarse de forma definitiva en España. A la célula también se le atribuyen actividades de financiación y blanqueo de capitales.

El líder de la red se encargaba de forma paralela de la captación de mujeres para casarse con yihadistas que combaten para Daesh. Para ello, utilizaba las redes sociales como medio de comunicación. Por último, desde Interior apuntan que el incremento de pedidos desde Irak y Siria habría sido clave: «La presión militar en la zona de conflicto ha obligado a las organizaciones terroristas a incrementar sus pedidos».