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Iglesia

El obispo de Mallorca relacionado con su secretaria reside desde Navidad en Valencia

El Vaticano ha iniciado la desvinculación de Salinas de su actual diócesis y podría ser degradado a obispo auxiliar en su ciudad natal

El obispo de Mallorca relacionado con su secretaria reside desde Navidad en Valencia

El obispo de Mallorca, Javier Salinas, reside desde las pasadas navidades en Valencia (ciudad en la que nació en 1948) y sólo ha acudido desde entonces a la diócesis que aún dirige en dos ocasiones: una por la festividad de San Sebastián „patrón de Palma„, se saltó la conmemoración de Ramón Llull y regreso a la ciudad balear el pasado martes, según informa Matías Vallés desde Palma. Mientras tanto, el Vaticano ya ha puesto en marcha una desvinculación progresiva de Salinas respecto al obispado mallorquín, y el veterano obispo ibicenco, Vicente Juan Segura, ha sido convocado para diseñar una solución de transición.

En ella, Salinas podría verse degradado a obispo auxiliar en su ciudad natal como consecuencia de la publicación el pasado mes de diciembre de unos vídeos e imágenes en los que se demostraría que el religioso mantiene una relación con su secretaria, una mujer casada, lo que contravendría la doctrina de la iglesia católica, algo que el obispo niega.

Tal como ha venido publicando este periódico, Salinas y su colaboradora (Sonia V.) se intercambiaron sendas alianzas con el nombre del otro grabado. Ambos lucieron durante semanas las alianzas, hasta que el prelado supo que había sido denunciado por el marido ante la jerarquía eclesiástica, acusándole de romper el matrimonio. Entonces forzó la salida de ella del Obispado, y se quitó el anillo.

El marido de la colaboradora entregó al Vaticano un amplio dossier, de casi 79 folios, elaborado por una agencia de detectives de Palma, que documenta los frecuentes contactos que monseñor Salinas mantenía con Sonia V.

El repertorio de imágenes y vídeos refleja que el obispo recibía prácticamente a diario a su secretaria de noche en el Palacio Episcopal y, además, que lo hacía a escondidas, no sin antes fijarse si algún extraño le estaba mirando. El Vaticano dispone también del historial de llamadas que recoge que en cuatro meses la pareja habló durante 145 horas por teléfono. El denunciante calificó estos hechos de «brutal abducción» de una feligresa (es decir, su esposa) por parte de Salinas.

Este seguimiento se inicia a finales del mes de octubre y se mantiene durante algunos días de noviembre. Como se refleja en el informe definitivo que el detective entrega al marido (Mariano de E.), el obispo y la mujer pasan juntos prácticamente más de diez horas al día.

Sin embargo, no hay ni una sola fotografía que refleje una muestra explícita de cariño hacia la mujer, ni tampoco que mantuvieran una relación pasional. Estas visitas nocturnas se repiten a diario durante los días que la pareja es seguida por los detectives.

El Vaticano ya dispone, a través de la nunciatura de Madrid que ostenta Renzo Fratini, de la extensa prueba videográfica que detalla estos encuentros nocturnos. Tras el análisis de estas últimas pruebas aportadas, Roma podría tomar para Salinas medidas más severas que su degradación a obispo auxiliar de Valencia. La respuesta podría llegar antes de Semana Santa.

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