El exsuegro de Marcos Benavent, Mariano López, fue uno de los 24 detenidos en la redada de ayer por presunta participación en el cobro de comisiones. Su hijo ha sido el encargado del servicio del «call center» tributario, que en mayo de 2013 le fue adjudicado a la empresa Servimun tras salir a licitación por 2,26 millones. Fue Máximo Caturla quien, como responsable de Hacienda, encargó este servicio a Imelsa a través de una encomienda de gestión. La empresa pública pagaba mensualmente 35.000 euros a esta empresa. La separación de Benavent alejó a éste de Mariano López, una ruptura que repercutió en el retraso en el pago de la minuta por parte de la diputación. Fuentes de la investigación señalaron que este hecho explica en parte la participación de López en la andanada judicial contra Rus. Los nuevos gestores de Imelsa decidieron no renovar a Servimun, cuyo contrato venció el pasado 31 de diciembre. f. A. / L. B. valencia