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Entrevista

Vicente Ferrer: "El PP debe acabar con los personalismos; cuando fallan, arrastran al resto"

«La izquierda no busca la regeneración, usa los casos de corrupción para eliminarnos como competidores»

Vicente Ferrer: "El PP debe acabar con los personalismos; cuando fallan, arrastran al resto"

¿Por qué cree que le han confiando la secretaría provincial?.

El PP tiene que hacer frente a dos cuestiones fundamentales: una crisis como consecuencia de unas conductas inaceptables de compañeros y por otro lado, un profundo proceso de evolución. Para esto, básicamente se necesita una voluntad de hierro, un profundo conocimiento de la estructura del partido, nervios templados y alguna capacidad, que siempre viene bien. Quiero pensar que habrán visto algo de eso en mi. Si lo que hacía falta era hacer los cien metros en tiempo record, tener menos de 35 o una imagen de galán de telenovela, no era el hombre.

¿Cuál es el encargo que tiene?

Contribuir a hacer frente a esos dos problemas y retos.

El PP de provincia ha estado muy marcado por el personalismo de Rus¿El rusismo será un obstáculo en esa renovación?

No. Es cierto que en ese proceso de evolución hay que superar una cierta costumbre del partido, excesivamente dependiente de figuras muy determinadas. Hay que cambiar esas figuras todopoderosas que guiaban en el partido y trasladar esa responsabilidad a todo el mundo. Es muy importante porque, aunque muchas de estas personas han hecho labores magníficas, es insensato poner todos los huevos en la misma cesta. No es bueno depender demasiado de una persona porque te puede fallar y arrastrar a toda la organización.

En el PP han ido cayendo los referentes, el último Rita Barberá ¿Pueden sobrevivir sin ellos?

Si el partido se estructura alrededor de un icono corre el riesgo de ser arrastrado por él si hay problemas. Es verdad que ha habido referentes magníficos, pero debemos de cambiar esa manera de trabajar. Lo fundamental del partido es su estructura y su militancia y hay que darle protagonismo.

Valencia se enfrenta a una gestora ¿Su receta para sacar del pozo al cap i casal?

Lo importante son las convicciones y las cuestiones con transfondo ideológico. El PP no es propiedad ni de los dirigentes ni de los militantes, sino el instrumento de una parte de la sociedad que no es de izquierdas. La manera de remontar es ir a la sustancia del problema, aplicar criterios de sensatez y de justicia. Y recuperar la ilusión.

Ya antes del último caso de corrupción habían perdido voto joven...

Hay que asumir que el poder desgasta, pero en las generales la ciudad es la que más voto popular recuperó.

¿Barberá debe dimitir?

Barberá ha tenido una brillante carrera política de 35 años . En mi opinión, la mejor alcaldesa que ha tenido la ciudad. Arrojar esa carrera como consecuencia de una sospecha, me parece profundamente injusto. Me enseñaron en Derecho que la diferencia entre las sociedades avanzadas y las autoritarias era eso. Dicho lo cual, Rita Barberá se la tratará como a cualquier militante

¿O sea que es partidario de esperar?

No me verá nunca ni en unos juegos florales de loa a no sé quien, ni en una turba de linchamiento. Todos los valencianos nos hemos beneficiado de su gobierno y va a hacer falta algo más que una sospecha.

Y ¿qué debe hacer el PP con los concejales imputados?

El PP con la corrupción debe ser implacable. No quiero adelantar acontecimientos, no depende de mi.

¿El PP es un enfermo que tiene cura?

Si, claro. Hay que distinguir dos cuestiones. Una es que determinadas personas que militaban en el PP puedan haber tenido conductas inaceptables. Hemos reaccionado desde el primer día. Otra cuestión es que la izquierda haya tratado de usar esos casos para tratar de eliminar a su competidor. No pretenden la regeneración, lo que pretenden es eliminar al instrumento que tiene el votante que no es de izquierdas para ganar unas elecciones.

¿Qué ha ocurrido en su partido para que la corrupción haya salpicado a todas las instituciones?

Como reflexión general creo que toda la sociedad, no sólo la política, se movía en un marco vital, en una época frívola, del dinero fácil, todo nos venía regalado. Eso ha perjudicado. Y es evidente que a más poder, mayor riesgo. Y luego hay que reconocer que como organización hemos cometido errores a la hora de confiar en algunas personas aunque también en otras hemos acertado.

La cúpula habla de una refundación, incluso cambio de siglas. ¿Es viable?

La imagen no es lo importante, si la renovación se reduce a cambiar dos caras no tendría valor. Pero no es eso de lo hablan Bonig y Betoret. Lo importantes es el sustrato, por ejemplo, cambiar la dependencia de liderazgos personalistas.

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