La operación Taula y más exactamente la «investigación» de cerca de cuarenta concejales y asesores del PP de Valencia por un presunto delito de blanqueo de capitales durante la última campaña electoral, minimiza cada vez más la figura política de la exalcaldesa y candidata en esa campaña, Rita Barberá. Si hasta ahora numerosos dirigentes del PP le habían pedido al menos «explicaciones», ayer el partido dio un paso más orillándola en el Senado y pidiéndole implícitamente que no presida la Comisión Constitucional de la Cámara Alta. No le pidieron la dimisión porque aún no hay nada contra ella, pero sí que dé «un paso atrás», decisión que la propia Rita Barberá podría anunciar hoy mismo en la constitución de esa comisión.

El encargado de mostrarle el camino a la exalcaldesa de Valencia fue el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, para quien sería «positivo» que Barberá no estuviera al frente de esa Comisión en la nueva legislatura.

Ya hay sustituto

Rita Barberá fue presidenta de esta mesa en la última parte de la anterior legislatura „desde septiembre hasta la disolución de las Cortes„, y fuentes populares admiten que el compromiso del partido era que siguiese en ese cargo que ahora consideran debe ocupar otra persona.

Admiten las citadas fuentes que la idea es que la exalcaldesa renuncie a este cargo y todo parece indicar que ya cuentan con otra persona para cuando se constituyan hoy las nuevas comisiones del Senado.

Según explicó Casado, Barberá no debería presidir de nuevo la Comisión Constitucional para que «pueda seguir con su defensa» y «para que no se mezclen unos casos con unas negociaciones y con una actividad parlamentaria», en alusión al caso Imelsa en el que están investigados casi todos los ediles del PP en el Ayuntamiento de Valencia.

Casado cree que esa es la decisión que va a anunciar Barberá, de la que dijo también que sería «bueno» que «se explique» y aporte «toda la información para dejar claro lo que ella está defendiendo: que no ha tenido ninguna responsabilidad en los hechos que se están investigando».

Y aunque considera que la exalcaldesa ya dio «detallada» información en el comunicado que hizo público, cree que debería comparecer ante los medios de comunicación, porque «siempre es bueno explicarse y facilitar el trabajo a los medios audiovisuales», que „como dijo„ son los que más repercusión tienen.

Casado explicó además que el partido no cree que Rita Barberá deba tener la responsabilidad de presidir una Comisión como la Constitucional en una legislatura en la que, como ha recordado, «se pueden pedir propuestas de reformas muy importantes» de la Carta Magna «por parte de otros grupos parlamentarios».

El dirigente popular cree que será la propia Barberá la que decidirá no optar a la presidencia de la Comisión Constitucional, pero al ser preguntado sobre si debe renunciar al acta como senadora, aseguró que «no se le pueden pedir más responsabilidades a quien aún no ha sido señalada por un juez».

Reproches de Ábalos (PSOE)

Por su parte, el secretario adjunto del grupo socialista en el Congreso y diputado por Valencia, José Luis Ábalos, acusó al PP de ser «cómplice de la exalcaldesa de Valencia por no reclamarle su acta de senadora.

Ábalos se refería a las declaraciones del vicesecretario de Organización del PP, Pablo Casado, que «se ha visto obligado a pedir a Barberá que dé un paso atrás y deje la presidencia de la Comisión Constitucional del Senado, pero ha esquivado la posibilidad de reclamar su acta a la exalcaldesa».

Todo parece indicar que la resolución del «caso» la comunicará hoy la propia Barberá, que volverá a aparecer ante la opinión pública después de varias semanas de ausencia.