El exconcejal del PP del Ayuntamiento de Valencia Silvestre Senent aseguró ayer que los concejales en activo que han sido investigados en el caso Imelsa deberían permanecer en sus puestos hasta que hubiera una sentencia judicial. Esa es, de hecho, la idea que barajan al menos 6 de los 9 concejales del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valencia, lo que significa, de confirmarse, que el que era tras las elecciones de mayo el partido con más representación en la corporación municipal pasaría a tener un grupo casi residual, de entre 1 y cuatro ediles, a la par o por debajo incluso que València en Comú, que tiene tres, pero con la diferencia de no tocar el poder ni liderar la oposición.

Con Silvestre Senent ya son dos los exconcejales del PP, ambos «investigados», que se han alineado con buena parte del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valencia para que «resistan» en sus cargos y no entreguen las actas de concejales aunque el proceso siga adelante y se las reclame el partido.

Apoyo del entorno

El primero fue Juan Vicente Jurado, anterior responsable de Alumbrado, quien se refirió a este asunto tras su paso por la Comandancia de la Guardia Civil para asegurar: «Si yo estuviese en la lista y me pidieran el acta, yo no me voy, porque yo no he hecho nada que no esté dentro de la ley».

Ayer Silvestre Senent, que llegó a los juzgados acompañado de su asesora Dolores Cubels, también investigada, admitió que había hecho donaciones al partido en numerosas ocasiones pero que nunca había recibido ese dinero en metálico, lo mismo que ha ocurrido, según dijo, con el resto de compañeros.

Entiende, por tanto, que para que dimitan y dejen sus actas de concejales habría que esperar a la sentencia.

Si finalmente los ediles rebeldes, cada vez más arropados desde su entorno, decidieran aguantar el acta y, tras su expulsión del partido, se vieran obligados a pasar al grupo de los no adscritos, el Grupo Popular en el Ayuntamiento de Valencia se vería minimizado. De los diez representantes que obtuvieron en las pasadas elecciones municipales „fueron el partido vencedor por delante de Compromís (9), Ciudadanos (6), PSOE (5) y València en Comú (3)„ pasarían a tener entre 1 y 4 concejales. Todo dependería de que la «resistencia» fuera general, lo que dejaría a Eusebio Monzó, único edil no investigado en esta causa, como representante en solitario del grupo; o que entreguen su acta algunos de los tres concejales que parece que lo harían, lo que obligaría a tirar de lista electoral para cubrir esas bajas y completar, junto a Monzó, un grupo máximo de cuatro ediles.

Escasa influencia

Sería, en cualquier caso, un partido minoritario y hasta residual dentro de la corporación, con una capacidad de influencia mínima. Comparativamente hablando, estarían numéricamente a la par con València en Comú, que tiene tres representantes, pero con la diferencia de que éstos forman parte de la coalición de Gobierno. En el caso del PP ni siquieran liderarían la oposición, que ahora encabezaría Ciudadanos.