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El contable del Instituto Nóos, Marco Antonio Tejeiro, admitió ayer en el juicio por el caso Nóos que se celebra estos días en Palma de Mallorca que presentó facturas falsas, por servicios inexistentes, a la Generalitat Valenciana para justificar el proyecto de la candidatura a los Juegos Europeos, por orden de su jefe, Diego Torres, socio de Iñaki Urdangarín.

En su declaración como acusado, el contable Tejeiro especificó que remitió esas facturas y otras de gastos en los que habían incurrido las empresas del grupo Nóos y que no tenían nada que ver con el proyecto contratado por el Consell de Francisco Camps: «Buscamos todos los gastos que pudiéramos facturar porque teníamos que justificar muchísimo dinero», indicó.

La Audiencia Provincial de Palma celebra la vista, en la que está procesado el expresidente de Baleares, Jaume Matas, por los contratos a Noos en esta comunidad. Sin embargos, el juicio salpica también a la Generalitat popular que, en diciembre de 2005, firmó un convenio con Urdangarín de dos años para preparar la candidatura de Valencia como sede de unos Juegos Europeos que nunca se celebraron. El coste del convenio se cifró en 3 millones de euros, aunque la Generalitat sólo pagó 382.203 euros por un informe y devolvió 123 facturas por unos 2 millones de euros al considerar qu e no estaban justificadas. «Cogimos todas las facturas que se habían generado desde el momento que se empezó a trabajar para los Juegos Europeos y se me indicó: 'vamos a meter cinco de Telefónica por gastos telefónicos, estas de limpieza..."», detalló Tejeiro a preguntas del fiscal Anticorrupción Pedro Horrach.

Entre ellas se ha referido a 18 facturas de Lobby de Comunicación, todas ellas con la misma fecha de mayo de 2006, y mantuvo que «no eran reales», pero las presentó a la Generalitat porque así se lo mandó Torres. En su día, el juez imputó también al publicista Miguel Zorio, dueño de Lobby Comunicación. La empresa llevó la comunicación de los Juegos Europeos, que nunca llevaron a celebrarse. Zorio siempre ha defendido ante los medios de comunicación que sus facturas correspondían a trabajos reales.

A preguntas concretas del fiscal sobre una factura de Aizóon, la empresa propiedad al 50 % de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, por 70.000 euros, el contable de Nóos indicó: «No corresponden a nada y me mandaron presentarla para justificar los Juegos Europeos». «Son falsas todas», insistió. Según su confesión, cuando la Generalitat reclamó justificantes del gasto realizado, Torres le pidió al contable que buscara «todas la facturas de proveedores» que tuvieran, de las distintas empresas del grupo Nóos, independientemente de que trabajaran en ese proyecto o no: «Saqué todas las facturas que tenía guardadas», dijo.

«Jamás se podía justificar todo el proyecto con ese tipo de facturas: No había este tipo de gastos para un proyecto como los Juegos Europeos que era de millones, no había gastos suficientes para cubrir eso», insistió.

Reconoció que emitió certificados para la Generalitat con facturas de limpieza o material de oficina de las «seis o siete empresas» del grupo Nóos, cuando solo una de ellas trabajó en esa iniciativa, así como gastos de personal y de viajes que hicieron esos empleados sin ninguna relación con la candidatura a los Juegos Europeos.

Cabe recordar que, además, de este proyecto la relación Consell y el Ayuntamiento de Valencia con el Instituto Nóos consistió en la organización de tres ediciones de la cumbre deportiva Valencia Summit (de 2004 a 2006), que costaron 3,1 millones.