El que fuera jefe de estación de València Sud el 3 de julio de 2006, cuando se produjo el accidente de metro que costó la vida a 43 personas, Juan García López, ha manifestado este viernes en la comisión de investigación del siniestro en las Corts que cuando la unidad siniestrada llegó a estas instalaciones "había mucha gente" y algunas personas incluso subieron a la UTA.

Según ha explicado, cuando se recepcionó en los talleres había muchas personas, algunas de las cuales reconocía y otras no, y algunas de ellas se subieron a la unidad. Él decidió sacar su cámara para hacer fotografías "por si pasa algo" y un vigilante de seguridad, ha relatado, le llamó la atención para que la guardara y dejara de hacer fotos.

Asimismo, ha señalado que tras el siniestro un técnico le entregó una carta firmada por la exgerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) en la que se recordaba que la empresa afrontaba "una de las situaciones más difíciles", resaltaba la respuesta de los trabajadores e instaba a "evitar cualquier opinión que pueda llevar a infundir conclusiones erróneas acerca de nuestra empresa". Según ha dicho, el mando intermedio le dijo al dársela: "Para que tengas cuidado con lo que puedes decir, ve con cuidado porque te conocemos".

Por otra parte, García ha señalado que junto al exceso de velocidad a la que circulaba el tren, el estado de la vía "no era el correcto" y, además, "si hubiera habido balizas se hubiera evitado este accidente y otro". "No soy técnico en la materia pero para que haya un problema han de juntarse varias cuestiones, no solamente la personal".

El ex responsable ha recordado entre lágrimas al maquinista y la interventora fallecidos en el siniestro y ha manifestado que, si él tuviera la capacidad de decidir qué priorizar optaría por invertir "en seguridad antes de aumentar servicios".