El entramado societario de Vicente Huerta fue «receptor de facturas falsas», según denunció en su momento el exgerente de Avialsa Francisco Alandí y ha sido acreditado por la investigación judicial. La UDEF de la policía judicial subraya que esa práctica de abonar servicios totalmente inexistentes o que se prestaron a terceros y fueron pagados por el grupo Avialsa respondía a varias finalidades. De entrada, permitirían desgravaciones fiscales con gastos deducibles. Además, subraya la policía, «estos gastos amparan servicios o mercancías destinados a terceros que están dentro de la función pública, incluyendo la posibilidad de entregas dinerarias, previa generación de efectivo mediante ingeniería contable». La existencia de facturas habría servido para justificar la salida de fondos de las empresas de Huerta, un dinero que podría haber ido a parar a comisiones, advierte la UDEF.

Entre los «supuestos proveedores de facturas falsas» destacan empresas de jardinería, de construcción de piscinas o del sector textil. «Simplemente la mera observación de los objetos sociales de las empresas que facturan y de las facturadas nos permite inferir que poco o nada sería necesario para el ciclo normal de explotación del grupo Avialsa recurrir a los servicios de estas empresas».

Así, Servicios Aéreos y Mantenimiento contabilizó como gasto en el año 2010 un total 7.416 pagados a Gastón y Daniela S. A., empresa del sector textil, alta decoración o venta de mobiliario.

Avialsa T35 pagó a Todolí Jardins S. L. dos facturas por 35.000 y 46.743 euros. A la mercantil HPH Piscinas S. L. se le abonaron cinco pagos por 23.324 euros, según la documentación judicial. La empresa de electrodomésticos Viddatec Project S. L. cobró, por su parte, 37.597 euros de Servicios Aéreos y Mantenimiento, una de las empresas del conglomerado de Vicente Huerta. La policía refiere hasta pagos a Urbanizaciones Quartell por parte de las empresas del contratista de la extinción de incendios.