El gobierno francés ha dado luz verde al trazado del tramo ferroviario entre Montpellier y Perpignan, una obra que supondrá el acceso directo desde Barcelona por Lyon al corazón de Europa y la posibilidad de conectar al este con las economías del antiguo «telón de acero» y de los Balcanes, según desveló ayer el secretario autonómico de Vivienda, Infraestructuras y Ordenación del Territorio Josep Vicent Boira.

El secretario autonómico, que intervino como ponente en la jornada «El Corredor Mediterráneo. Eje de oportunidades», organizada por la Xarxa Luis Vives de universidades del arco mediterráneo, explicó que Francia ha desbloqueado «el tramo que más nos interesaba, porque se había convertido en un cuello de botella de aproximadamente 150 kilómetros. En 2019 habrá una infraestructura en condiciones que deja al tramo Tarragona-Valencia y al Gobierno de España como protagonistas y responsables únicos ante Europa del penúltimo talón de Aquiles del corredor mediterráneo».

Boira subrayó que el Gobierno francés destinará a 150 kilómetros de via mixta (pasajeros y mercancías) con un ancho de 70 a 120 metros de plataforma y dos estaciones, 5.520 millones de euros, «cuando aquí se están dando cifras de 50.000 millones de euros como excusa y que son totalmente irreales». «Dan ganas de decirle a Francia: hágame los 150 kilómetros que hay a Vinarós y por un poco mas lléveme usted a Tarragona», declaró.

El secretario autonómico dijo también que la decisión francesa «mete más presión al Gobierno español, cada vez más aislado en su continua penalización al corredor».

Boira admitió que entre las comunidades afectadas por los retrasos y desplantes inversores hacia el corredor mediterráneo nadie sabe excepto el ministerio de Fomento qué obras ha pedido el Gobierno a Europa para que tengan una financiación prioritaria.

«Los resultados del primer informe han sido claramente favorables al corredor atlántico. Entendemos que si solo ha presentado proyectos para un trazado su intervención ha sido claramente sesgada», manifestó.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que inauguró la jornada junto al rector de la Universidad Politécnica de Valencia, Francisco Mora, destacó la importancia de que el «corredor del conocimiento» que representa la Xarxa Luis Vives„21 universidades de España, Francia, Andorra e Italia„ se sume a la reivindicación del corredor mediterráneo de infraestructuras.

Puig recordó que siempre ha encontrado «más apoyo en Bruselas que en Madrid» y anunció que pedirá al nuevo Gobierno una política de infraestructuras que deje de regirse «por intereses partidistas alejados de la ciudadanía». El corredor es un proyecto «estratégico para la economía de España, y no solo de la Comunitat Valenciana».

El «clamor» de esta reivindicación, subrayó, es desde ayer un poco más ensordecedor con el apoyo de las universidades y dijo que el Gobierno debería comprender de una vez que España «no nace y acaba en Madrid».

Una realidad ignorada en Madrid desde 1963

El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Hernández y Josep Vicent Boira rescataron un informe del Banco Mundial de 1963 para el Gobierno de España en el que le aconsejaban construir una autopista en el mediterráneo„la actual A-7„. El Gobierno respondió que veía «sumamente difícil el poder apreciar las ventajas económicas» de la infraestructura. Boira dijo que esta posición era «muy similar» a la actual y se preguntó dónde estaría la C. Valenciana y de España si el Gobierno de entonces hubiera ignorado esta recomendación.