El conseller de Educación, Vicent Marzà, aplaudió ayer el gesto en favor de la paz lingüística dado por el decano de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) al señalar en una entrevista a Levante-EMV que el Diccionari de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) «es el de todos los valencianos». «Es muy importante, un gran paso que se tiene que valorar y agradecer a las personas que lo han hecho posible», subrayó Marzà durante el coloquio posterior a su intervención en el Fórum Europa Tribuna Mediterránea. Con un matiz significativo: «La Acadèmia Valenciana de la Llengua es indiscutible, ha hecho un trabajo grandísimo por normativizar nuestra lengua», reivindicó.

Al ser preguntado por el acercamiento de la entidad que defendió el secesionismo lingüístico a las tesis de la AVL, el conseller destacó que se trata de una puerta abierta al consenso que ha de aprovecharse para cerrar viejas heridas que han lastrado a la lengua de Ausiàs March en el último medio siglo.

Marzà apostó por la unidad y el reconocimiento de las particularidades de cada cual. «Los valencianos „afirmó„ nos hemos de unir. Hemos de ir todos juntos para alcanzar los mismos objetivos. Y unirnos pasa por respetarnos y aceptarnos como somos. Y pasa por trabajar de forma conjunta para poder construir esa sociedad que queremos, y que durante tantos años ha estado centrada en un modelo que nos ha deshecho económicamente, que nos ha destruido socialmente y que nos ha partido como sociedad. Eso ya se ha acabado. Y pasos como ése de unión entre los valencianos son importantísimos, se han de poner en valor y se agradecen muchísimo», recalcó el máximo responsable de la política lingüística de la Generalitat.

Marzà, para quien «las lenguas sirven para tender puentes», sostuvo que «con las mismas piedras que son las lenguas se pueden construir dos torres desde las que enfrentarse, o tender un puente para entenderse». Él abogó por lo segundo.

Cambio de guardia

El movimiento de la RACV tiene lugar poco después de que las Corts hayan derogado la Ley de Señas de Identidad „auspiciada por el PP de Alberto Fabra„, que incluía a la RACV como miembro de un Observatorio de las señas de identidad que dejaba fuera a la AVL y al Consell Valencià de Cultura.

La Administración del PP mimó a la academia que defendía una normativa alternativa a la establecida por la AVL. Por contra, los últimos episodios de la Generalitat y la AVL estuvieron marcados por profundos desencuentros en los que llegó a plantearse como «una opción» dejar sin presupuesto al ente normativo después de la polémica por la definición del valenciano. La anterior consellera de Cultura, Maria José Català, quiso que los cursos de Lo Rat Penat computaran como formación del profesorado como hacen otras entidades o colegios profesionales.