¿Qué implica la medicina personalizada?
A mí me gusta más hablar de medicina de precisión, que ha tenido un desarrollo dramático en los últimos 20 años. De todas maneras, el concepto no es nuevo y así lo mencionaré con un ejemplo: el descubrimiento de los grupos sanguíneos. Hasta este descubrimiento que fue antesdeayer, en el año 1901, en la historia hay relatos de transfusiones sanguíneas. Se puede usted imaginar el desastre que suponía ponerle a uno sangre no compatible. Esto es un típico ejemplo de medicina personalizada que voy a trasladar al campo del cáncer en general y de las leucemias en particular.
Parece que la genómica y los biomarcadores son el camino para la lucha contra el cáncer.
Concretamente desde 1960 es cuando se puede marcar el punto de inflexión. Investigadores americanos describen por primera vez que una de las decenas de cánceres que hay, la leucemia mieloide crónica, tenía una alteración cromosómica específica, a la que se le llamó el cromosoma Philadelphia. Ése fue el punto de inflexión: reconocer una alteración genética específica en las células de un cáncer y esto ha llevado, no al día siguiente, pero en 30 años, a que hayamos sido capaces de desarrollar un fármaco que va dirigido a esa diana genética concreta. Una enfermedad que era incurable hace 15 años, ahora se curan en más del 90 % de los casos. Eso es medicina de precisión.
¿Y dónde está el techo?
Está en la curación del 100 % de todas las neoplasias, pero queda camino, estamos en los umbrales. Hay otros ejemplos de cambios cruciales. Uno de ellos, al que más investigación dedico, es la leucemia promielocítica aguda, una variedad de leucemia en la que con un fármaco cura a 90 % de los pacientes en una enfermedad que hace 30 años morían todos a las pocas horas o días del diagnóstico. La secuencia es la misma: en 1977 se descubre que una de las leucemias agudas tenía una alteración cromosómica. Doce años más tarde se descubre un fármaco que funciona ahí nada más.
Pero, como en todo, hace falta inversión en investigación.
Obama anunció que iba a meter un chorro de dinero para investigar en la medicina de precisión. Ahí se suele ir a remolque pero afortunadamente en ciencia poco importa quién lo hace, importa más el que te puedas beneficiar de ello inmediatamente y ahí no hay secretos de Estado. Generalmente los ensayos clínicos ya son de participación universal. Nosotros mismos acabamos de participar en uno que por primera vez ha demostrado eficacia en un tratamiento dirigido junto con los norteamericanos y que está a punto de publicarse.
Los avances nos llevan no solo a detectar sino a predecir quién tendrá o no cáncer con los mapas genéticos. Suena a ciencia ficción.
Ya podríamos decir que no es ciencia-ficción. No tenemos resuelto el asunto pero el camino se ha abierto ya. No hace falta ser un visionario como Julio Verne, eso llegará porque ya se conocen muchos de los mecanismos del desarrollo del cáncer.
¿Cuál era la situación de la leucemia hace 50 años, ahora y dentro de otros 50?
Puedo describir muy bien cómo estaba hace 50 años y cómo está ahora pero no cómo estará dentro de 50 años. Con toda seguridad -y esto no es optimismo irracional-, estará mucho mejor porque se ha cogido ya una velocidad de crucero que no hay quien lo pare. Hemos pasado de descubrir estas balas mágicas que han cambiado la historia de la enfermedad y empieza a verse muchas cosas. Ahora precisamente en diciembre, en un estudio en el que hemos participado se ha demostrado por primera vez el impacto del inhibidor de una mutación. No es tan mágico como los otros pero supone un incremento del 15 % en curaciones. Este tipo de pasitos se van a dar inevitablemente con muchos fármacos actualmente en desarrollo. Dentro de 50 años probablemente ya se habrá abordado más que el tratamiento, la prevención de muchas enfermedades.
Si el cáncer ya es la bestia negra, la leucemia parece que lo sea más.
Es una connotación digamos histórica. En el momento actual no hay razones para ello, diría que en ámbito de las enfermedades oncohematológicas es donde se ha producido mayores avances y estamos hablando de una alta proporción de pacientes curados.
