La mayoría de agresores, según el informe, dice que no sabe por qué lo hace. En el acoso tradicional, la segunda respuesta más frecuente es «para gastar una broma», aunque cuando se trata de ciberacoso, este es el primer motivo alegado. La tercera razón en ambos casos es «por molestar». En el 5,9 % de las situaciones tiene que ver con la orientación sexual de la víctima, algo que en ciberacoso llega al 6,6 %. «Lo que está detrás seguramente es que no les hemos dado el mensaje de que eso que hacen es acoso y es violencia», comenta Ana Sastre, coordinadora. En su opinión, la sociedad «ha fallado» a estos niños acosadores. agencias valencia