Un total de 9.628 bolivianos estaban ayer llamados a las urnas en la Comunitat Valenciana para votar en el referendo promovido por el gobierno y decidir si se facilita una segunda reelección para que el presidente Evo Morales pudiera estar en el poder hasta 2025. Los expatriados debían decidir ayer entre un sí o no para la reforma del artículo 168 de la Constitución que solo permite a los presidentes electos presentar a una primera reelección que, en este caso, Morales ya habría consumido y por la que está en el poder hasta el próximo 2020.

El pabellón polideportivo de la Universidad Politécnica de Valencia era ayer el único lugar de toda la Comunitat en el que se podía ejercer el sufragio, con un total de 41 mesas que abrieron, en su mayoría a las 8 de la mañana. El frío y la jornada dominical propiciaron que hasta mediodía el recinto no comenzara a recibir un flujo significativo de personas.

Según datos oficiales, ofrecidos por los responsables del Tribunal Supremo Electoral, a las 12,30 de la mañana solo habían ejercido su voto un 35 % del padrón pese a que se esperaba una participación cercana al 60 %. Con todo, entre los votantes, la sensación era de baja participación. «En las presidenciales había mucha más gente», era el comentario habitual en el interior de un pabellón que no tenía hora de cierre ya que las mesas debían permanecer abiertas al menos 8 horas y hasta que no hubiera más gente que quisiera votar.

Como en las presidenciales, el resultado de la votación en Valencia podría ser diametralmente opuesto al que, finalmente, se imponga en Bolivia. Pese a que el perfil del expatriado es muy heterogéneo, la oposición a Morales ganó en las pasadas elecciones y eran muchos los que ayer apostaban públicamente por un no rotundo a los planes del presidente boliviano de seguir en el poder.

Los resultados oficiales no se esperan hasta dentro de 10 días y el gobierno tenía previsto dar las primeras cifras de participación a nivel nacional a las 20 horas de ayer domingo, la una de la madrugada en horario español.

Valencia era una de las siete ciudades españolas en las que ayer se podía votar.