La Mostra de Cinema es según los denunciantes del caso Imelsa, uno de los contratos de los que María José Alcón y Marcos Benavent hablan abiertamente en las grabaciones que obran en poder del juez. Es más, ambos se refieren al porcentaje de las comisiones, un 2%, y a lo insignificante que era: «para dos regalitos en Navidad y cuatro fiestas».
Éste es un fragmento de esa conversación:
MARÍA JOSÉ ALCÓN: «Oye, ¿estos Reyes Magos no tienen nada de billetes, no?»
MARCOS BENAVENT: «Bueno, no me hables que llevo siete meses detrás de ellos. No me han dado lo que yo quería. Aquí sólo hay un 2%. 9.000 euros. Un millón y medio. No sé si te parecerá poco...»
M.J.A.: «¿Un 2% de qué?»
M.B: «200.000. Hay que descontar el IVA y luego los problemas que han tenido; han tirado a gente de la empresa ...pero, claro, yo les dije, oye..»
M.J.A: «¿Pues claro?»
M.B.:«María José hizo en su momento el esfuerzo. Yo... Dicen, mira, no podemos más..»
M.J.A.: «¿Y qué es mil euros?»
M.B.: «9.000 euros»
M.J.A. : Ah. 9.000 euros»
M.B.: «Un millón y medio».
M.B.: «9.000 euros que es...»
M.J.A. : «Un millón y medio de pesetas»
M.B.: «Es poquito».
M.B. :«Para por lo menos comprarte...»
M.J.A. : «Nos daremos una...»
M.B. :«Dos regalitos en Navidad y cuatro fiestas».
El contrato de la Mostra no es, en cualquier caso, el único del que hablan Alcón y Benavent. El centro cultural La Rambleta, construido durante la etapa de Alcón bajo el modelo alemán — una empresa construye el edificio, lo equipa y lo gestiona y luego el Ayuntamiento le paga un canon anual— también aparece en las grabaciones como un auténtico «chollo», pues la concesión era para 20 años a 3 millones por año. En total, 60 millones en juego. Ésta es la conversación.
M.B. :«Guapísima, espectacular». (risas)
M.J.A. :«Oye, tenemos muchas cosas entre manos».
M.B. :«A ver».
M.J.A. :«Mira, tenemos La Rambleta, que está a puntito de caramelo a favor de...»
M.B. :«La única posibilidad que nos queda es decir que lo tienen mal y así poder exigir algo»
M.J.A. :«Veinte años Marco. Es que es el chollo de la vida de cualquiera. Ya no se trata de una obrita cualquiera, no. Hay un canon de tres millones durante veinte años, que nosotros ya estamos hasta jubilados.
