Desde agosto, los usuarios de la línea de cercanías Valencia-Castelló (C6) sufren demoras diarias y la reducción casi a la mitad de la frecuencia de los trenes, a causa de las obras del Corredor Mediterráneo. «Llevamos mucho tiempo, muchos retrasos. La situación ya es extrema, cansina y sobrepasa todos los límites», explica un usuario.

El lunes, la cuenta de Twitter @informerC6 lanzó la etiqueta #RodaliesDignesC6 para expresar su descontento. Centenares de afectados se quejaron de los retrasos, de la falta de información y del precio que, pese a reducirse el servicio, no ha variado. También compartieron un mensaje el presidente Ximo Puig, y los consellers María José Salvador y Vicent Marzà, entre otros políticos. Desde Renfe lamentan los problemas que las obras de Adif causan a los usuarios, pero explican que los trabajos les impiden garantizar la puntualidad al 100 %.

Apuntan que la oferta actual es de 25 trenes por sentido al día, que los retrasos son «mínimos» y que se ha doblado la capacidad del 80 % de los trenes para intentar contrarrestar la disminución de frecuencia.

Además de en las redes sociales —en Twitter y en la plataforma Change.org, donde han recogido más de 5.000 firmas—, Renfe confirma que las quejas por escrito también han aumentado. Los usuarios no descartan alguna movilización en las calles, y afirman que lo que peor llevan es no saber cuánto se alargará esta situación, que afecta sus vidas laborales y académicas. Cuentan que algunas noches el trayecto ha llegado a durar más de tres horas.