El pacto alcanzado en Madrid entre el PSOE y Ciudadanos no tendrá incidencia en la correlación de fuerzas que sostiene al Consell. Pero lo cierto es que dos de las tres formaciones que dan sustento al gobierno de la Generalitat, Compromís y Podemos, rechazan de plano el acercamiento de los socialistas al partido de Albert Rivera y se muestran molestas.

La federación valenciana del partido de Pablo Iglesias asegura sentirse muy decepcionada con el desplazamiento a la derecha de los socialistas. Pero no hay vuelco posible en la cámara valenciana porque a nadie interesa romper el Botànic. En el PSPV dan por hecho que Puig será presidente hasta 2019 y después el tiempo dirá. «Durará cuatro años, pase lo que pase en Madrid», subrayó ayer el síndic de Compromís, Fran Ferri.

Ayer mismo, el presidente Puig y el diputado Montiel, líder podemista en el Parlamento, hablaron un buen rato en la cafetería de las Corts. Lo hicieron de cuestiones de gestión del Consell y de temas que están en agenda y a los que Podemos quiere dar impulso. No trataron sobre el acuerdo en Madrid.

El Consell ya se blindó tras las elecciones generales de diciembre ante cualquier movimiento que aconteciera en la capital. Y así sigue. Pero Montiel está convencido de que el pacto con Ciudadanos debilita a los socialistas en Madrid porque les deja a expensas de lo que haga el Partido Popular, de quien pasarán a depender aritméticamente.

«Puig puede tener problemas

Ayer aseguró que Sánchez quiere ser presidente del Gobierno a cualquier precio y recordó que las Corts votaron el miércoles la derogación de la ley mordaza, que no figura en el acuerdo hecho público entre Sánchez y Rivera, como tampoco recoge con decisión la reforma del modelo de financiación, una de las banderas del Ejecutivo valenciano. «Puig puede tener problemas», lanzó ayer Montiel. Pero a continuación puso el freno: «Mientras haya un respeto a la fidelidad al acuerdo del Botànic y a su filosofía, vamos a ser leales a ese acuerdo», dijo. Mientras, Compromís aún confía en poder trasladar el pacto Botànic a Madrid cuando fracase la investidura de Sánchez el próximo martes. Ferri aseguró ayer que el pacto entre socialistas y Ciudadanos perjudica a los valencianos y también puso el foco en que el documento firmado se olvida de la agenda valenciana y también de derogar las leyes mordaza o la educativa de Wert.

«Auténtica esquizofrenia»

Un acuerdo que para la presidenta del PP de la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, es de «auténtica esquizofrenia» para el Consell porque lo firma Sánchez, quien no contempla reformar la financiación hasta 2017, y Albert Rivera, que en una entrevista publicada en Levante-EMV aseguró que la Comunitat Valenciana no está mal financiada. Por su parte, el portavoz de C's, Alexis Marí, confió ayer en que el PP se sume al pacto y no deje España en «bloqueo».