La presidenta del Partido Popular, Isabel Bonig; el presidente del grupo, Jorge Bellver, y el representante de los populares en la Mesa de las Corts, Alejandro Font de Mora, abandonaron ayer de forma abrupta la reunión de portavoces que se celebraba en la cámara, después de que la presidenta en funciones -en ausencia de Enric Morera-, la socialista Carmen Martínez realizara un comentario que Bonig se tomó como un insulto. Varios asistentes admitieron que Martínez le dijo: «No callas ni debajo del agua». Pero Bonig se lo tomó a la tremenda y abandonó la reunión.

Minutos después se declaró «harta» de los ataques que recibe el PP: «Vale, tenemos casos de corrupción y queremos que se llegue hasta el final, pero ya está bien de perseguir al Partido Popular, no somos ninguna organización criminal, nos insultan y criminalizan todos los días, manipulan la realidad, crean las comisiones habidas y por haber, ya está bien de lecciones de moral», lanzó. El resto de partidos rebajó a la categoría de intrascendente el rifirrafe y lo atribuyeron al nerviosismo de la líder del PP por los casos de corrupción que afectan a su partido. Además, según explicaron, Bonig ya había interrumpido varias veces el turno de palabra de otros portavoces y la presidenta no tuvo más remedio que llamarle la atención.

Precisamente, sobre la operación Taula, Bonig respondió que «nunca» entendió como amenaza los mensajes que le envió la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá tras destaparse el caso.

Además, el PP tiene previsto acudir a los tribunales por el retraso en recibir información, una situación que, según Bonig, la Mesa ya ha reprochado al Consell. «Vamos a ir al juzgado; lo mismo que hacia la señora Oltra por vulneración de derechos fundamentales», aseguró. Según dijo no reciben desde diciembre actas de los plenos del Consell y reclaman también los expedientes de las ayudas a medios de comunicación por el uso del valenciano.

Además, la portavoz del PP también criticó la ausencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de la próxima sesión de control ya que está prevista su presencia en la feria de Turismo de Berlín por lo que no podrá someterse a las preguntas de los grupos.