El pacte del Botànic que sostiene al Consell de izquierdas en la Generalitat tuvo ayer presencia destacada en el debate de investidura frustrado de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. El candidato socialista incluso esgrimió una copia desde la tribuna para reprochar a Compromís que no se sume a la alianza con Ciudadanos. Sánchez aseguró que el documento suscrito con el partido de Albert Rivera recoge el 80% de los postulados del Botànic.

El líder socialista respondió así al portavoz de Compromís, Joan Baldoví, al que llamó a dejar de un lado los «prejuicios» que para la formación valenciana supone aliarse con Ciudadanos.

El PSOE ya presentó el lunes una oferta al partido que lidera Mónica Oltra, que incluía el reconocimiento de la infrafinanciación e infraestructuras con plazos fijados para el corredor Mediterráneo o el túnel pasante del parque Central de Valencia, aunque la ejecutiva de Compromís lo rechazó al verlo insuficiente y poco concreto. Sánchez volvió a pedir el apoyo de Compromís «para que hoy mismo Rajoy deje de ser presidente».

«Plural y de izquierdas»

El portavoz de Compromís replicó a Sánchez que Ciudadanos ha bautizado en Valencia el pacto del Botànic como el del Titánic» -aunque es el PP el que más usa esta expresión- y situó la diferencia entre ese acuerdo y el de Sánchez con Rivera en que el pacto que sustenta al Consell es «plural, de izquierdas y de cambio» y, además, en la Comunitat Valenciana Ciudadanos está en la oposición.

Baldoví reclamó al líder del PSOE que explicara qué gobierno podría hacerse si la izquierda se sumara al acuerdo con Ciudadanos: «¿Será monocolor del PSOE o será plural?», «¿Estará en él el señor Garicano?», preguntó. Baldoví aseguró que lo que los socialistas les plantean es «un cheque en blanco», sin saber que ocurrirá después.

El diputado Baldoví también se refirió al «mestizaje», término que Sánchez había usado varias veces durante el debate para reprocharle que ello sólo puede hacerse con «persona afines ideológicamente». «No se puede ser bon xic -le dijo en valenciano- con todos, hay que escoger y le pedimos que escoja un cambio», lanzó Baldoví en su réplica.

Baldoví pide «rebajar el tono»

Sánchez, por su parte, concluyó el cara a cara con el diputado valenciano tras convocarle a ser «participe del cambio» que propone el PSOE de la mano de Ciudadanos, con el compromiso de nuevo de que los socialistas impulsarán en el Parlamento las cuestiones en las que ambas formaciones estén de acuerdo. Durante su primera intervención, Baldoví apeló, sin nombrarlo, al líder de Podemos, Pablo Iglesias, a «rebajar el tono para facilitar un futuro cambio», al tiempo que propuso sentarse con el resto de grupos izquierda para pactar un documento y después ofrecérselo al socialista.

También hubo mención a los últimos casos de corrupción que afectan al PP en la Comunitat Valenciana. Fue por la mañana cuando el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, dedicó buena parte de su intervención a esta cuestión. Rivera mencionó expresamente al PP de Valencia y al «uso de lingotes de oro», lo que molestó a los populares y provocó réplicas por alusiones. «Qué hacen decenas de diputados blanqueando dinero de mordidas públicas?» se preguntó Rivera.

Por su parte, Baldoví denunció el comportamiento «radical» y «antisistema» de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá al negarse a comparecer en las Corts. Incluso recordó a Rajoy que Barberá perdió las elecciones de 1991 y quedó segunda, pero pactó con el tercer partido en votos y estuvo 24 años en el gobierno de la ciudad.