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Infraestructuras

La falta de piezas corta 28 veces el tercer raíl desde Valencia hasta Castelló

ADIF debería entregar en plazo los equipos de cambios de vía La Generalitat cree que las obras no evitarán el «cuello de botella» del tramo

Las obras de colocación del tercer hilo en el tramo Valencia-Tarragona avanzan a trompicones, acumulando ya meses de retraso, con un tramo desde Castelló a Vandellós en el que todavía no se ha sustituido ni una traviesa, con miles de personas atrapadas a diario en la ratonera de las Cercanías y, lo que es peor, con el convencimiento entre gestores políticos y profesionales del transporte ferroviario de que lejos de ser una solución, la colocación de un tercer carril en una única vía no hará sino poner un tapón en el «cuello de botella» actual.

Ayer, la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, y el secretario autonómico Josep Vicent Boira añadieron a este incierto panorama el hecho de que las obras en el corredor mediterráneo entre Valencia y Castelló, que el Ministerio de Fomento anunció que finalizarían en diciembre de 2015, mantienen 28 «agujeros negros» en los que ADIF ha dejado de instalar el tercer carril y que hacen inviable el tránsito ferroviario, al menos de momento. Ambos expusieron los resultados de una «inspección» de obra realizada por el propio Boira y provocada por el «silencio» del Ministerio de Fomento sobre el desarrollo de los trabajos, silencio que la consellera calificó abiertamente de «deslealtad institucional» hacia el Consell y hacia todos los valencianos.

El secretario autonómico y técnicos de la conselleria inspeccionaron el tramo Valencia-Castelló de las obras del corredor mediterráneo, centradas en la instalación de un tercer hilo que posibilite la circulación de trenes en ancho europeo. El panorama, según describió Boira, es desolador. Además del retraso, en las obras,„«en las que apenas había 20 personas trabajando», manifestó„ es evidente que la mal llamada solución del tercer carril no solo no resuelve el cuello de botella actual sino que lo agravará cuando finalicen las obras al tener que compatibilizar en una vía única el tráfico de alta velocidad, regionales, cercanías y mercancías».

En 28 tramos del corredor, situados cerca de estaciones, cambios de vía y apartaderos, el tercer hilo acaba bruscamente, tal como se observa en las imágenes. El problema es la falta de suministro de los equipos de cambio de vía y que debería haber suministrado al contratista el propio administrador de infraestructuras ferroviarias, ADIF.

«No sabemos si es que no se han fabricado todavía, si se están utilizando en otro sitio o, como se apunta, carecen de homologación».

«Han encargado el tejado después de tener hecha la casa y ahora no saben sin van a poder colocarlo», aseguró a Levante-EMV Manuel Miñes, director-gerente de la Cámara de Contratistas.

La consellera retrasó el enorme retraso que acumulan las obras y la «improvisación» con la que se están ejecutando.

María José Salvador habló de «falta de convicción» del Ministerio de Fomento en el corredor mediterráneo a pesar de la «contundencia» de los informes que aconsejan dar a su construcción con la máxima prioridad. Destacó como ejemplo que mientras para los 1.900 kilómetros del corredor atlántico el Gobierno central ha invertido ya una media de 339.000 euros por kilómetro, en los 2.600 kilómetros del corredor mediterráneo la inversión no supera los 99.000 euros/kilómetro.

La consellera desveló también que en la última convocatoria del programa «Conectar Europa», con el que la Comisión Europea financia la inversión en los corredores que considera prioritarios, España ha pedido 415 millones de euros en diversos proyectos aunque solo uno, valorado en 30 millones de euros, afecta a la Comunitat Valenciana.

Sin estrategia en infraestructuras

«Hay una necesidad imperativa de que se produzca una reforma profunda del modelo de inversiones del Estado en infraestructuras», afirmó Salvador, mientras Josep Vicent Boira recordaba las conclusiones de un reciente informe elaborado por Standars and Poor's. La agencia de calificación se mostraba muy crítica con España por la carencia de «una estrategia de infraestructuras a largo plazo» realizada «por el gobierno de turno» sin consenso y sin contar con el aval de los profesionales técnicos.

«Si se hubiera optado por la doble plataforma y el ancho europeo no tendríamos ahora los problemas en las cercanías entre Valencia y Castelló», aseguró la consellera. Maria José Salvador cree que la finalización de las obras no resolverá los problemas de saturación del corredor mediterráneo al tener que compatibilizarse los tráficos de mercancías, regionales, cercanías y larga distancia.

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