El deseo de que se produzca un nuevo fracaso del socialista Pedro Sánchez en la segunda votación de investidura que se celebra esta noche en el Congreso une hoy a los tres socios del Consell. El acuerdo que Sánchez ha suscrito con Ciudadanos no interesa políticamente a socialistas, Compromís o Podemos, los tres partidos que sustentan al Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra.

Pero el que realmente está obligado a realizar ejercicios de equilibrismo político estos días es el PSPV. El partido que lidera Ximo Puig defiende en público el pacto que su secretario general cerró con el partido de Albert Rivera, pero en realidad desea uno de izquierdas con Podemos y Compromís, lo que supondría una reedición estatal del acuerdo valenciano del Botànic.

Ese es el pacto en el que tienen puestas las esperanzas las tres formaciones de izquierda en la Comunitat Valenciana y que anhelan que se produzca en las próximas semanas, aunque sea el último día antes de la repetición de las elecciones, previstas inicialmente para el 26 de junio. «Dos meses dan para mucho y en política son un mundo», señalan en el PSPV, donde aún creen posible, como en Compromís, una alianza de izquierdas en Madrid. Un pacto en la capital a imagen y semejanza del acuerdo del Botànic permitiría al Ejecutivo valenciano disponer de influencia política en la capital de España y que muchas de sus políticas contaran también con el impulso del Gobierno, en el que tendría capacidad para influir en el reparto de las inversiones a la hora de confeccionar los presupuestos.

En privado los socialistas no esconden que prefieren el pacto con los de Iglesias, del que forme parte también Compromís, aunque ayer el portavoz del PSPV, Manuel Mata, dijo que aún esperaba que Podemos y Compromís recapacitaran y se sumaran al pacto con Ciudadanos esta noche.

Oltra y la paz con Podemos

Además, cuanto más tarde llegue el acuerdo de izquierdas, formaciones como Compromís esperan sacar más beneficio del acuerdo, después de que el lunes el PSOE se descolgara con una propuesta que ya incluía el reconocimiento de la infrafinanciación valenciana y los ingresos que recibe históricamente por debajo de la media, así como plazos para el corredor Mediterráneo o el túnel pasante del parque Central de Valencia.

A quien también interesa políticamente el pacto de izquierdas en Madrid es a la vicepresidenta Mónica Oltra, que necesita a Podemos en su estrategia para alcanzar la presidencia de la Generalitat en 2019.

Además, Oltra busca firmar las paces con la formación de Pablo Iglesias tras el alejamiento que supuso la ruptura de la coalición electoral entre Compromís y Podemos, cuando ambos aterrizaron en el Congreso y se esfumó la opción del grupo parlamentario valenciano.

De hecho, esta semana ha sido la propia Oltra la que ha pedido un nuevo esfuerzo para lograr el pacto de izquierdas, aunque el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, aseguraba el miércoles que era necesario, en referencia al duro discurso de Pablo Iglesias con el PSOE, rebajar el tono para hacer viable el acuerdo en torno a los socialistas.

El síndic del PSPV, Manolo Mata, añadió ayer que considera que son «horas decisivas» porque «cada día que no hay Gobierno en España, sobre todo si éste no es progresista se da un paso atrás para nuestras políticas, aunque objetivamente hay que decir que el único que ha intentado un acuerdo para desbloquear la situación actual ese es Pedro Sánchez», remarcó Mata.

Mientras, la número dos del PP valenciano, Eva Ortiz, aseguró ayer que el pacto PSOE-C's sólo sirve para perder el tiempo.