Los hechos ocurrieron hace seis días. Una joven valenciana recibió un paquete de manos de un mensajero. Todo iba bien hasta que el trabajador comenzó a enviarle mensajes privados a través de la aplicación whatsapp, tras haber conseguido el móvil de la chica del pertinente formulario: «Yo a ti te conozco d algo y no se de que... soy el chico que te acaba d llevar un paquete (Sic)», fue el comienzo

de la conversación. Luego siguieron cinco comunicaciones más. La afectada no contestó en ningún momento. Sin embargo, capturó el diálogo con su móvil y decidió difundirlo por la red social twitter y enviarlo a la empresa donde el chico trabajaba: «Deberíais hacer una mejor selección de trabajadores, que luego pasa esto. Mi privacidad donde está?», fue su mensaje. Y en cuestión de varias horas, el tema se viralizó. El debate sobre un presunto caso de acoso sexual saltó a las redes sociales.

El mensaje fue compartido por miles de personas y las valoraciones a favor y en contra„centradas en que el mensajero

podía perder su puesto de trabajo„ no dejaban de aparecer. La autora del tweet quizá se vio superada por la relevancia alcanzada.

Antes de todo, contaba con varios centenares de seguidores y su cuenta estaba abierta. Ahora tiene más de 1.000 contactos „debe aprobar las

solicitudes„ y todos sus mensajes están protegidos frente a intromisiones de terceros.

Ricard Martínez, presidente de la Asociación Profesional Española de Privacidad (Apep) atendió ayer a Levante-EMV y explicó que «cuando la gente utiliza las redes sociales muchas veces no es consciente del medio en el que se encuentra. Debemos saber que hay límites y que nos

exponemos. Ví lo que le ocurrió a esta chica y creo que podría tratarse de un claro caso de acoso. Cuando le das a alguien tu número

privado por motivos profesionales luego no es lícito que lo utilice para ligar contigo».«No hay una forma de prever que algo se va a viralizar. A veces, si te ocurre te ves sobrepasado», apostilló Martínez.

El experto en redes sociales también argumentó que «casi todos los usuarios hemos hecho algún mensaje de interacción con alguna empresa

quejándonos de algún servicio. Sin embargo, este caso registró especial relevancia por su calado social».

Martínez expuso que «las redes sociales son un campo de comunicación diferente, no hay una ciencia exacta que nos diga qué se va viralizar y que no. Todo contenido es propenso a ser compartido y el público puede crecer de forma exponencial en cuestión de minutos u horas.

Sobretodo, si hay una confluencia de medios: si el caso también se comenta en televisión o periódico todo se hace mucho más grande, eso

es algo que ha sido verificado muchas veces».