Planeando en la reunión estuvo la fecha de 2018 como inicio del proceso de reversión de estos cinco hospitales a la sanidad pública, empezando por el hospital de la Ribera. Pese a que no era el motivo principal ni de la concentración de protesta ni de la reunión con la consellera, sí es cierto que en todos los encuentros con los trabajadores del modelo Alzira, la consellera Montón ha transmitido un mensaje de «tranquilidad».

Ayer no fue una excepción y la consellera aseguró que «todos los puestos están garantizados», casi 7.000 entre los cinco departamentos de salud que están en concesión. «Tenemos dos años para trabajar en ello», insistió ayer la consellera recordando que no es hasta 2018 cuando vence el primer contrato, firmado en Alzira.

Sin proceso definido

El mensaje está pero falta por concretar la manera en la que los empleados se trasvasarán a la Agencia Valenciana de la Salud si mediando un proceso de interinidad o con unas oposiciones restringidas.

«Nos siguen diciendo que aún quedan dos años para hacerlo y que están trabajando en ello aunque todavía no sabemos cómo se concretará y los compañeros de Alzira es normal que estén nerviosos», explicaron. De hecho, el compromiso se extiende a que haya incluso nuevas contrataciones en estos departamentos para igualar ratios.