El cambio generacional en la dirección del Bloc, el soporte político y estructural de Compromís, será una realidad esta primavera. Su histórico líder, Enric Morera, abandonará la dirección de la formación nacionalista y no optará a la secretaría general. No lo confirmó, pero lo dejó entrever ayer durante la conferencia que pronunció en el foro Europa Tribuna Mediterránea en el que repasó su trayectoria al frente del colectivo tras tomar las riendas en 2003. «Tengo una responsabilidad institucional y no puedo dedicarme plenamente», avanzó el también presidente de las Corts Valencianes, quien comparte que en los puestos clave del partido tienen que estar personas sin cargos institucionales para una mayor eficacia.

Aunque Morera convocó a la cita como presidente del Parlamento autonómico, el anuncio del recambio en el seno del partido tras más de una década centró la intervención, en la que se reivindicó como padre del «fenómeno Compromís», que en 2011 tenía un censo de 4.000 personas y hoy alcanza las 40.000. Se remontó a 2003 cuando ganó por dos votos la secretaría general a Pere Mayor y destacó la creación de Coalició Compromís, en 2010, tras el cisma con EU, momento clave en el que citó el trabajo de Mónica Oltra y Mireia Mollà.

«Estamos mejor que nunca tras un trabajo de 15 años de estricta obediencia valenciana», defendió mientras reivindicaba el valencianismo como elemento modernizador y sacaba pecho de los números que han llevado a la coalición a la mayor presencia institucional de su historia.

Pacto en Madrid con Compromís

Morera también aventuró que finalmente habrá acuerdo de izquierdas para la formación del Gobierno en España, en el que tendrá presencia Compromís. «Habrá Gobierno y tendrá color naranja», dijo. En caso de que se produjera la repetición electoral, Morera defiende la repetición de la coalición con Podemos, ampliada a Esquerra Unida, pese a la ruptura del grupo en el Congreso apenas unas semanas después de las elecciones generales.

El conferenciante aplaudió el trabajo «ejemplar» de Ximo Puig para configurar un Consell «plural» en el que existen «fricciones» como en cualquier otro ámbito de la vida, remarcó. Y puso seis ejes estratégicos que comparte con el Ejecutivo valenciano: el rechazo a pagar la multa de 20 millones de euros por la ocultación del déficit y de las facturas del gasto sanitario del anterior Consell del PP; una auditoría de la deuda que detecte la que no es legítima y la Generalitat no tendría que pagar, que cifró en 7.000 millones y en la que incluyó la de RTVV, Ciegsa o Feria Valencia; una nueva ley electoral valenciana y una mejora de la financiación, la reforma del Estatuto en el Congreso para asegurar una inversión territorializada adecuada y la recuperación del servicio público de radio y televisión.

La mayor actividad en las Corts

También defendió el trabajo de los grupos en las Corts que han dotado al primer semestre de mayor actividad que en toda la legislatura anterior y con más consenso en ocho meses que en los ocho años anteriores, según el presidente.

Respecto a que los miembros de la Mesa de las Corts cobren más que el jefe del Consell defendió que la política no es barata «pero la mala política nos ha salido muy cara». A la conferencia asistieron el presidente Puig, la vicepresidenta Oltra, el Consell en pleno y los miembros de la Mesa de las Corts, incluido el PP; el alcalde de Valencia, Joan Ribó, representantes empresariales y entidades estatutarias.