La vulnerabilidad tiene nombre de mujer en la C. Valenciana. Muestra de ello es el aumento de usuarias en ONG y colectivos que prestan ayuda asistencial, como Cáritas. Según esta entidad, 7 de cada 10 personas que acudieron en 2014 a pedir ayuda eran mujeres. Y según los datos de 2015, más de 900 se adhirieron al servicio de acogida, que les ayuda en la búsqueda de empleo y vivienda.

En la diócesis de Valencia (que engloba la provincia y unos 90 municipios de Alicante) Cáritas desplegó un total de 38 proyectos para fomentar el desarrollo integral de las mujeres, según explicaron a Levante-EVM fuentes de la entidad. Unos planes integrados en el programa de Familia e Infancia en el que no solo se atiende a mujeres en riesgo de exclusión social, sino a menores. En total, cerca de 350 usuarias recibieron apoyo en 2015, y junto a ellas, cerca de 400 niñas. En el caso de las pequeñas se prentende colabora con actividades de tiempo libre cuando salen del colegio, campamentos de verano y demás acciones dirigidas tanto a la alfabetización como a promover las habilidades socioeducativas.

La vulnerabilidad de la mujer no se traduce sólo en ir a pedir comida o ayuda económica para pagar facturas de luz (algo que, según apuntaron fuentes de Cáritas, suele recaer en la mujer porque el hombre tiene más vergüenza). La prostitución es también reflejo de esta fragilidad. En el último año se atendieron 223 mujeres en el marco del programa Jere-Jere, sobre todo en la ciudad de Valencia, usuarias que reciben ayuda en materias como salud, formación y aspectos laborales y jurídicos.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Cáritas ha organizado talleres desde la perspectiva de los Derechos Humanos y ha preparado una salida para participar en los distintos actos reivindicativos previstos en la capital.