Las estadísticas de incendios de 2015 y su relación con la media histórica demuestran que mientras el número de incendios forestales por meses sigue respondiendo a una lógica estacional: son más numerosos en los meses de verano, la superficie quemada mes a mes lleva su propia dinámica, con la aparición de grandes incendios en invierno y primavera que prácticamente se equiparan con los del verano, tal como se ve en el gráfico.

José María Ángel, director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, reconoció ayer la preocupación del Consell y anunció la próxima convocatoria por parte del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de una mesa «transversal» con miembros de diversas consellerias con objeto de anticipar las consecuencias del cambio climático sobre las masas forestales y establecer respuestas «más adecuadas».

El director general inscribió en esa «preocupación» la ampliación temporal del periodo de contratación y del número de brigadas de emergencias dedicadas a la extinción ( +3 ) para que cubran los meses de invierno, una práctica iniciada también este año por la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático en las brigadas y picos de vigilancia.

José María Ángel desveló ayer el dispositivo especial vigente durante los días de Semana Santa y Pascua, que movilizará entre 500 y 700 personas. Tal como reconoció el director general, no existen grandes novedades ni un incremento presupuestario, mas allá del personal de vigilancia y extinción que ha anticipado unas semanas su incorporación.

Entre el 9 y el 16 de octubre habrá nivel 3 de preemergencia de incendios forestales los fines de semana y días festivos, aunque la mayor parte del personal y aeronaves de servicio actuarán como si hubiera alerta máxima. Un avión AT-802 de carga en tierra patrullará en alerta 3 con la carga de agua atento a cualquier conato.

Sobre los medios aéreos contratados, Emergencias ha sacado un nuevo concurso «buscando una mayo concurrencia», aseguró Ángel, y mantiene, en tanto se resuelve, el contrato con Avialsa, a quien se pagará el exceso de horas por la vía del «enriquecimiento injusto» de la Generalitat.