Los investigadores de la «Operación Taula», la presunta trama de mordidas orquestada durante años en la Generalitat, la diputación y el Ayuntamiento de Valencia, ultiman la imputación del presidente del PP en la provincia de Valencia, Vicente Betoret, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes conocedoras de los hechos. El que fuera durante once años mano derecha de Alfonso Rus en la estructura provincial del partido „desde el congreso de 2004„ también acaba de esta manera salpicado por el caso de corrupción que ha hecho temblar los cimientos de la estructura autonómica, provincial y local del PP valenciano. De hecho, fue el mismo Betoret quien tomó el relevo de Alfonso Rus en la dirección provincial cuando estalló el escándalo de las grabaciones en las que se oía a Rus y a su «delfín» en Xàtiva y ex gerente de Imelsa, Marcos Benavent, contar billetes procedentes de presuntas mordidas. Aquel fue el prólogo de la «Operación Taula» que acabó con la detención el pasado mes de enero de Rus y sus lugartenientes en la diputación provincial, que ahora también se extiende a su más directo colaborador en la estructura provincial del partido.

De hecho, es la proximidad de Betoret al círculo de Rus, en el ecosistema de la presunta corrupción creada en torno a los tres escalones de la administración, lo que ha acabado por fagocitar a Betoret, que hasta ahora había salido indemne de la investigación. Una de las pruebas más contundentes con la que cuentan la trinidad de investigadores de la «Operación Taula» „la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, la Fiscalía Anticorrupción y el Juzgado de Instrucción 18 de Valencia„ es la participación de Betoret en conversaciones grabadas y aportadas a la causa en las que se trata el supuesto reparto de mordidas, según fuentes conocedoras de los hechos.

El ex gerente de Imelsa y «arrepentido» de la presunta trama corrupta, Marcos Benavent, también habría confirmado a los investigadores la participación de Betoret en estas reuniones en las que «se hablaba de pasta», en referencia al presunto reparto de comisiones y mordidas que habrían orquestado los «hombres de Rus» inicialmente en Xàtiva y que se habría ido extendiendo como círculos concéntricos a la estructura comarcal y provincial del partido. Además, Betoret también fue consejero de administración de Imelsa entre 2007 y 2015, según la documentación en poder de este periódico.

La condición de diputado de Betoret obligará al juzgado que dirige la «Operación Taula» a dirigir un escrito a las Corts para confirmar su situación de aforado y trasladar los indicios contra él al TSJ valenciano. El presidente provincial del PP niega tajantemente cualquier vínculo con la red de corrupción que salpica al PP, así como ser conocedor de la existencia de este entramado o haber sido testigo de prácticas fraudulentas. La preocupación en la cúpula regional del PP respecto a Betoret es, con todo, patente desde hace varias semanas.