El presidente del PP de Valencia y diputado en las Corts mantuvo ayer que era «absolutamente falso» que hubiera cometido o tenido conocimiento de ningún hecho delictivo relacionado con la trama Imelsa. Betoret rechazó también haber recibido ningún regalo o participado en reuniones en el que supuestamente se negociara el reparto de comisiones. En su calidad de mano derecha de Rus en el PP, indicó que no había tenido conocimiento de ninguna irregularidad. «Rotundamente no», dijo, al ser preguntado.

Betoret atribuyó su vinculación en la trama por parte del exgerente de Imelsa al deseo de Benavent de «vengarse de todo aquel con quien haya tenido diferencias». «Hoy me ha tocado a mí y mañana Dios sabe», apuntó. El líder provincial, que ha consultado ya el caso con sus abogados, deslizó que estudiará si emprende acciones legales contra Benavent por «poner en tela de juicio su honorabilidad». «El sufrimiento de mi familia está por encima de todo», indicó.

Por otro lado, señaló que no ha recibido ninguna notificación del juzgado, al tiempo que descartó que pueda salir en algunas grabaciones porque tiene «la absoluta seguridad» de «no haber hablado con Benavent ni con el expresidente de la diputación de nada de esto». Precisó que, prácticamente, no tenía relación con Benavent y que las última vez que le vio, hace mucho tiempo, mantuvo una discusión con él por «un tema político de partido».

Betoret, alcalde de Vilamarxant la pasada legislatura, recordó que nunca tuvo cargo en la Diputación de Valencia y que «prácticamente» no asistió a las reuniones del Consejo de Administración de Imelsa en los tres años que fue consejero, por las que se cobraba «la friolera» de 60 euros. Detalló que firmó las cuentas «previa consulta al auditor» de que todo estaba correcto.

Por otra parte, a preguntas de los periodistas, señaló que desconocía si el ritmo de vida del ex vicepresidente de la Diputación y ex alcalde de Moncada, Juan José Medina, era acorde a sus ingresos porque su relación era sólo «a nivel de partido». Admitió que fue un error mantener a Medina y al jefe de Gabinete de Rus, Emilio Llopis, de asesores en la diputación.

«Tengo la conciencia tranquila», indicó. «Nunca he tenido ninguna responsabilidad política ni poder de decisión en el ámbito de la Diputación de Valencia, por lo que cualquier tipo de actuación en esa entidad me es ajena», sentenció.