La presidenta del Partido Popular en la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, tiene esta tarde y mañana una complicada papeleta. Bonig se reunirá con los concejales del Ayuntamiento de Valencia investigados por presunto blanqueo para reclamarles el acta o que pasen al grupo de no adscritos.

Bonig se enfrenta a una rebelión ya que los concejales no están dispuestos a dejar el escaño e incluso aseguran que de la apertura del sumario no se deduce la existencia de pruebas concluyentes por lo que se remiten a los estatutos del partido, que sitúan la línea roja en la apertura de juicio oral.

Fuentes de la dirección admitieron ayer que el equipo municipal se ha rebelado y señalaron que la dirección hará valer sus prerrogativas. Añadieron que la posición del partido no ha cambiado y que es la misma que se acordó en su día con ellos, la reclamación del escaño cuando se produjera la apertura del sumario si se mantenía la investigación, antes imputación. «Se ha levantado el secreto del sumario, que es el momento que ellos señalaron como el de la decisión, y ese momento ha llegado», apuntan fuentes de la dirección popular.

La ex alcaldesa de Valencia Rita Barberá, en su comparecencia pública del martes, declaró que entendía que el instante de plantear el abandono del escaño era, para ella y para el que fue su equipo de concejales y asesores, el que marcan los estatutos, la apertura de juicio oral. «Lo otro son otras cosas», dijo en relación con las líneas rojas marcadas por Isabel Bonig en el momento de la confirmación de una investigación judicial.

Sin embargo, desde la dirección regional apuntan que «la situación ha cambiado. Los estatutos están para resolver los asuntos administrativos, pero esta no es una situación habitual. El PP no puede permitirse estar seis meses más con sus concejales de Valencia bajo investigación».

En la cúpula del PP autonómico añaden que «muchos seguro que no sabían nada, y hay que respetar la presunción de inocencia, pero la situación que vive el partido es extraordinaria y hay que aplicar medidas extraordinarias». Las reuniones de Bonig con los concejales empiezan esta tarde pero continuarán mañana, ya que algunos no podían asistir a la cita de esta tarde.

Mientras, el presidente provincial del PP y de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, uno de los aliados de Bonig en la dirección del PP, dijo ayer que si él fuera la exalcaldesa de Valencia y actual senadora, Rita Barberá, entregaría su acta, y cree que es necesaria una actitud «muy contundente y que no deje dudas».