Barberá quitó valor a las conversaciones de la exconcejala María José Alcón con su hijo y su marido, Alfonso Grau, hablando de corrupción. «No sé qué intencionalidad tiene contar esto a su mujer, pero no me meto», dijo. Tampoco cuestiona lo que hayan declarado los asesores. «Cada uno puede declarar lo que quiera», porque «lo que no hay es una trama por dar mil euros». Sí salió en defensa de su «amiga personal» Carmen García-Fuster, detenida en la operación Taula, de quien dijo que es «una persona muy trabajadora y muy honrada».