Los casos de agresiones a médicos que se han denunciado en la provincia de Valencia aumentaron el pasado 2015. Según los datos que el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia (ICOMV) hizo públicos ayer, 12 facultativos denunciaron haber sido agredidos el pasado año. Esta cifra supone un aumento de dos respecto al año anterior, cuando se registraron diez.

Con motivo del Día Nacional Contra las Agresiones a Personal Sanitario que se celebra hoy, la entidad colegial de Valencia lamentó que se haya invertido la tendencia a la baja que se producía desde 2011. En los doce casos de los que se tiene constancia en 2015, se dieron insultos graves, lesiones físicas y amenazas. La mayoría tuvo lugar en las consultas de atención primaria (siete), pero también se dieron en hospitales (cuatro) o urgencias (una).

Desde el ICOMV calificaron la situación de «triste» y recordaron que este incremento se produce a pesar de que en 2014 se aprobó la Ley de Salud Valenciana que reconoce como autoridad al personal sanitario en ejercicio de sus funciones. Esta normativa califica la agresión de atentado a la autoridad y lo tipifica como delito con penas que pueden llegar hasta los cuatro años de prisión para el agresor.

Según los agresores, las causas de su actitud fueron las discrepancias personales con los médicos en cuatro casos; las diferencias en la atención médica recibida en tres ocasiones; dos veces el mal funcionamiento del centro y otras dos el tiempo de espera para ser atendido; y una ocasión porque el doctor no recetó el medicamento solicitado por el paciente.

La corporación médica matizó que estas cifras solo corresponden a los médicos que denunciaron en el Colegio de Médicos y no representan la totalidad de agresiones que se produjeron en la provincia de Valencia en 2015. Se considera que el médico valenciano «es, por lo general, pasivo a la hora de denunciar agresiones sufridas», por lo que animaron a hacerlo «para conocer la magnitud real» de este tipo de hechos, aseguraron.

Campaña de concienciación

Los doctores piden a la administración que potencie los controles de seguridad y, sobre todo, que incida en la educación de la ciudadanía para intentar erradicar las agresiones al personal sanitario. Es por ello que están preparando una campaña de concienciación que esperan hacer pública antes del verano con carteles y vídeos.

Las enfermeras también reciben estos ataques. El sindicato Satse reveló ayer que ocho de cada diez han sufrido agresiones físicos o verbales en alguna ocasión mientras trabajaban y pidió una normativa específica «que proteja a los profesionales de todo tipo de agresiones». CSIF instó a la Conselleria de Sanidad Universal a denunciar de oficio ante la fiscalía las agresiones.