La búsqueda del bienestar animal que ha implantado Avanqua va más allá del Oceanogràfic. El objetivo de sus líneas de investigación es que el estudio de los animales del acuario ayude a preservar la fauna de mares y océanos.

Para ello ha integrado en un solo equipo a entrenadores, investigadores y veterinarios del Oceanogràfic. Así, al grupo de Lindsay Rubincam se suma el de biólogos que lidera el doctor sueco en Fisiología animal Andreas Fahlman y los veterinarios que dirige Daniel García.

En este sentido realizan estudios de bioacústica con el fin de contribuir a determinar las interferencias que dificultan la comunicación entre los cetáceos. También analizan la fisiología de la respiración de los delfines.

En este último caso, los entrenadores han enseñado un juego a los animales para que estén quietos mientras un aparato no invasivo mide su capacidad pulmonar. Para ello practican con un juguete que simula el respirador que colocan sobre el espiráculo del delfín.

Su reciente hallazgo de que las tortugas atrapadas en las redes sufren el síndrome descompresivo (del buceador) y que pueden ser recuperadas con una cámara hiperbárica ha llevado al Gobierno federal de Estados Unidos a revisar sus leyes de pesca.