«Estamos completamente abandonados y atrapados en una ciudad que acaba de ser atacada. Solo quiero llegar a mi casa». Esta es la desesperada llamada de auxilio de los valencianos que estaban en Bruselas el pasado martes cuando las bombas estallaron. El caos y el colapso del país, unido al cierre de fronteras y de espacio aéreo, les ha dejado desamparados en la capital belga, de la que tratan de salir pero no pueden.

«Es denunciable el trato que estamos recibiendo de la embajada y el consulado español. Nos dicen que no nos pueden ayudar en nada, que la información que tienen viene de los medios de comunicación», explica Alba Rico, una joven de l'Alcúdia de Crespins que había acudido a Bruselas en un viaje en grupo con los amigos que conoció el año pasado durante su Erasmus en Noruega.

Junto a ella está el ondarense Javier Enríquez. Ambos continúan presos de los nervios después de que el pasado martes presenciaran los atentados en el aeropuerto, como contaron a Levante-EMV. «Ryanair lleva todo el día sin cogernos el teléfono. Cuando lo han hecho han llegado a ofrecernos un vuelo desde el mismo aeropuerto. ¿Pero esto qué es, estamos locos? Yo allí no vuelvo», explicaba la joven estudiante.

Los afectados relatan las dificultades que han tenido para conseguir un medio para volver a casa. «Las compañías aéreas están haciendo negocio con nosotros. Cobran unos 400 euros por el viaje de vuelta. Somos estudiantes, no podemos pagar esas cantidades», lamentan. «Solo los ricos pueden volver a casa. Seguro que los eurodiputados ya están allí», declaraba, indignada, la estudiante.

Periplo para conseguir un bus

Tras muchas llamadas y horas de angustia, estos valencianos, que anduvieron cerca de media hora tras las bombas a través de las pistas de aterrizaje para conseguir un taxi, han conseguido reservar unos pasajes de vuelta. «Es todo surrealista. Hemos logrado reservar en un autobús que nos lleva hasta París, y de allí otro hasta Valencia. Llegaremos el día 25», cuenta Alba.

«Lo que nos indigna es que salgan los políticos a decir que están repatriando a todo los españoles afectados y no sea cierto. Llamas a la embajada y el trato es inhumano, incluso han llegado a colgarnos de malas maneras», detalla la estudiante. «Nadie ha venido a decirnos: '¿estáis bien? Os vamos a sacar de aquí'. Nada.», remata la joven. «Cuando volvamos a Valencia vamos a poner quejas en todos los estamentos posibles. La gestión es de vergüenza», remató.

Mientras, la Generalitat de Catalunya fletó ayer autobuses para rescatar a sus 20 conciudadanos atrapados en la capital belga. Un grupo de 33 turistas españoles habían permanecido en un polideportivo de Bruselas tras las bombas en el aeródromo.

Por su parte, la compañía Ryanair anunció ayer que todos sus vuelos programados desde Zaventem serán trasladados al de Charleroi. Este aeropuerto presentaba ayer colas kilométricas. «Nada más entrar, los perros de los militares te olían las manos en busca de explosivos», explicó a este periódico Pablo Garrigós, otro valenciano residente en Bruselas.