La fachada de la sede de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) en la calle Avellanas del barrio de la Seu amaneció ayer con tres pintadas que critican la decisión del decano, Federico Martínez Roda, de alcanzar un acuerdo con la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) para pacificar el conflicto lingüístico. «F. M. Roda dimissió», «RACV conformista» y las siglas de la AVL dentro de un círculo y tachada fueron los mensajes escritos a los responsables de la RACV, con pintura azul que, a las pocas horas, fueron borradas con una capa de pintura blanca, según pudo comprobar Levante-EMV.

El decano Federico Martínez Roda quitó importancia a los mensajes escritos en las paredes de la RACV «porque son totalmente extemporáneas», explicó a este periódico en conversación telefónica. De hecho ya hace más de un mes que el dirigente de la RACV desveló, a través de una entrevista concedida a Levante-EMV el pasado 14 de febrero, el acercamiento de la entidad que defendió el secesionismo lingüístico a las tesis de la normativa de la AVL. Un acercamiento que abrió un periodo del consenso unánime y que comenzó a cerrar viejas heridas filológicas, unos días antes de que se presentara el «Diccionari de l'AVL», una obra imprescindible para el valenciano. Tras hacerse público este acercamiento de posturas, el decano de la RACV ha sido criticado duramente por grupos del valencianismo secesionista, que consideran una «traición» sus declaraciones.

La misma presión que ahora se ejerce contra Martínez Roda, ya la vivieron el poeta Xavier Casp, cuando aceptó formar parte de l'AVL, e incluso Ramon Ferrer cuando accedió a la presidencia de la AVL.